Debe resolver en Londres

Como hace un año, cuando empató sin goles ante el Manchester United en el Camp Nou, en las semifinales de la Liga de Campeones, el Barça repitió resultado ante el Chelsea (0-0), en un partido en el que los de Pep Guardiola merecieron mejor suerte ante un ultradefensivo equipo londinense.

Al Barça le faltó más puntería que intención. Tuvo sus opciones, curiosamente cuando el partido agonizaba y se había convertido en un continuo ida y vuelta, algo que no quería Guardiola.

A los puntos, ganó el conjunto azulgrana, que en los minutos finales tuvo tres grandes ocasiones, de Bojan, Hleb y de Alves para desequilibrar el partido, pero no acertaron y se quedaron sin marcar en casa un año después, la anterior ocasión fue precisamente ese partido ante el Manchester United.

El guión del partido no admitió dudas desde el primer minuto. Fútbol primitivo frente a creatividad. Balonazos de Cech, que fue el jugador del Chelsea que prácticamente más tocó la pelota, como recurso para crear juego.

Balones a la cabeza de Drogba desde 80 metros, un fútbol miedoso, el alegre estilo de Guus Hiddink se quedó en el olvido, temeroso seguramente por los vídeos, los que vio con las exhibiciones frente al Olympique de Lyon o el Bayern de Múnich.

Por eso, el Chelsea fue un equipo menor desde el primer minuto, en el que decidió marcajes individuales sobre Xavi e Iniesta; dobles sobre Messi, una tupida red cerrada en torno a Álex y Terry y en ocasiones hasta once futbolistas merodeando su área propia.

El Barça, fiel a su estilo, lo buscó desde el primer minuto, en el que Eto'o estuvo a punto de marcar, pero pronto se vio que a los azulgrana les faltaba precisión, les sobraba un toque en cada acción.

Buscó con ahínco la banda derecha, las combinaciones entre Messi y Alves, pero ni el brasileño ni el argentino se encontraron cómodos, maniatados entre Malouda, Obi Mikel y Bosingwa. Por eso, Guardiola activó alguna otra solución, cómo buscar los apoyos de Eto'o en la medular o el juego por la banda izquierda, con la superioridad de Henry ante Ivanovic.

Con sólo un equipo sobre el terreno de juego, el Barça precisaba pausa, mucha paciencia. Sin que los múltiples recursos funcionaran, Andrés Iniesta fue el más clarividente. Pase y toque, un corto eslalón y un pase interior, pero no había manera.

Combinó repetidamente por la derecha con Henry, superior en el uno contra uno, y el francés es el que más cerca estuvo del gol en el primer tiempo (m. 34), con un remate desde la frontal que salvó el meta checo.

La idea de Hiddink era desesperar al rival y lo consiguió, hasta el punto que en un error muy grave de Márquez, Víctor Valdés se erigió en el protagonista del primer tiempo. El meta salvó dos ocasiones de forma consecutiva con Drogba como protagonista, la primera con un tiro cercano, la segunda después de un toque sutil.

En el inicio de la segunda se acumularon las malas noticias para el Barça. Ballack estuvo en un tris de marcar, después de un saque de falta de Drogba (m. 47), en la única aproximación de su equipo en este periodo. Poco después, Rafa Márquez tuvo que retirarse.

A pesar de la evidente falta de ideas, el Barça lo siguió buscando. Una combinación de Eto'o con Henry, dentro del área, pareció penalty de Bosingwa al francés (m. 73), pero ya el ritmo del partido no era el adecuado.

Barcelona 0 : Víctor Valdés; Alves, Márquez (Puyol, m. 50), Piqué, Abidal; Touré, Xavi, Iniesta, Messi, Eto'o (Bojan, m. 82) y Henry (Hleb, m. 87).

Chelsea 0 :Cech; Ivanovic, Terry, Álex, Bosingwa; Ballack (Anelka, m. 95), Obi Mikel, Essien, Lampard (Belletti, m. 71), Malouda; y Drogba.

Lakers eliminan a Utah

Kobe Bryant volvió a destapar el tarro de las esencias y lideró la duodécima victoria consecutiva de los Lakers sobre los Jazz de Utah (107-96) en el Staples Center, testigo hoy de la clasificación de su equipo para las semifinales del Oeste (4-1).

Los angelinos volvieron a relajarse y a sufrir de lo lindo, pero lograron el billete gracias a la soberana actuación de Lamar Odom, con 26 puntos y 15 rebotes, y la aportación de Pau Gasol, con 17 tantos y 11 rebotes, en tanto que su rival echó de menos las mejores versiones de sus líderes, Deron Williams (14 puntos) y Carlos Boozer (10 tantos).

La aparición del pívot turco Mehmet Okur por primera vez en la serie no resultó tan decisiva como se esperaba, ya que aunque tuvo un comienzo espectacular, donde anotó todo lo que lanzó en el primer cuarto, después se desinfló y acabó con ocho puntos y ocho rebotes.

Así llegaron las primeras ventajas para su equipo (10-14), gracias también a la aportación del ruso Andrei Kirilenko. Pero como viene ocurriendo durante la eliminatoria, la entrada del base reserva Shannon Brown fue un revulsivo. Contagió a sus compañeros y creció el nivel defensivo.

Las dosis de calidad de Lamar Odom y Sasha Vujacic hicieron el resto para dejar en tablas el marcador al término del primer cuarto (26-26), a pesar de las seis pérdidas de balón de los de Phil Jackson.

Justo después, un parcial de 8-0 favorables a los locales y liderado por Bryant sentó las bases de lo que iba a ser el resto del encuentro. Es decir, ventajas que rondaron los diez puntos y pequeños tirones de los Jazz.

El gran contratiempo para el equipo de Jerry Sloan fue que la versión más gris de Carlos Boozer llegó hoy, cuando más le necesitaban sus compañeros. Al descanso, con 56-43, llegó con cuatro puntos.

Todo lo contrario que Odom, hoy titular, que respondió a la confianza depositada por Jackson. Sus 16 puntos y ocho rebotes al ecuador del duelo no dejaban duda de su compromiso con este equipo, en su último año de contrato.

El juego de los Lakers, sin llegar a ser el "show" que la afición desea, rayó a gran altura en la segunda mitad. Tanto que dejó el partido huérfano de emoción e intensidad durante muchos instantes, hasta que una ráfaga de juego imparable de los californianos disparó el marcador al 80-58.

Parecía que había poco que rascar. Pero los Jazz, que jamás bajaron los brazos en toda la serie, no iban a claudicar antes de tiempo hoy tampoco, a pesar de que a los Lakers les entraba todo, triples de nueve metros con la firma de Bryant incluidos.

Ventaja desperdiciada

A pesar de gozar de una ventaja de 22 puntos, un parcial de 2-16 acongojó a los locales (95-89). Y pudo ser mucho peor, porque Williams falló un dos contra uno y los Jazz no supieron aprovechar varios rechaces ofensivos.

Si le preguntan a Sloan, dirá que porque en algunos de esos intentos hubo más contactos de los que deben ser permitidos. Sus protestas le llevaron al vestuario antes de tiempo, tras sendas técnicas pitadas en su contra.

Entonces los Lakers echaron el cierre al partido y piensan ya en sus posibles rivales -los Rockets de Houston o los TrailBlazers de Portland-, mientras estudian cómo recuperar para la causa a Andrew Bynum, sin confianza desde su lesión.

107 - Los Ángeles Lakers (26+30+26+25): Fisher (9), Bryant (31), Ariza (12), Odom (26), Gasol (17) -cinco inicial-, Bynum (2), Powell (2), Brown (2) y Vujacic (6).

96 - Utah Jazz (26+17+20+33): Williams (14), Brewer (10), Kirilenko (14), Boozer (10), Okur (8) -cinco inicial-, Korver (11), Millsap (16), Miles (3), Knight (-), Price (8) y Harpring (2).

El CD.Tenerife decide el derby

Los derbys no se juegan, se ganan. Ahí podría acabar con la discusión, porque debatir ahora sobre todo el trámite del partido es estéril, nada de eso pasa a la historia, en la que sí figurarán, con ribetes de oro, los dos goles. Dos maravillosos goles. El primero, gestado en el movimiento de aproximación de Kome, que amaga, deja pasar la pelota y permite que Richi marque en el área pequeña. El segundo, de una ejecución prodigiosa. Claro, lo marcó Nino, que define mucho mejor que Márquez, que falló uno con el marcador 1-0, o que Nauzet, que perdonó con empate a cero. Esa es la gran diferencia. El Tenerife tiene cuatro atacantes que están fuera de concurso, en especial tres: Nino, Kome y Alfaro.

Durante casi una hora Vidales logró su propósito, manejó la situación porque puso más jugadores en el medio (4-3-3), bloqueó el partido en la segunda línea con Nauzet (sobre Richi) y Jorge flanqueando a Darino, tapó la salida de Marc y y aisló a los delanteros del Tenerife del balón. Ricardo no entraba en juego y el equipo no conseguía darle continuidad al toque para poder juntarse en el campo del rival. La solución que emprendió Kome, meterse detrás de Nino para entrar más en juego, no fue suficiente: el Tenerife estaba largo, no conseguía ajustar la presión y perdía el balance defensivo con cierta facilidad. Es verdad que Manolo Martínez tuvo la primera ocasión (13') con un cabezazo que salvó Santamaría, pero la tónica fue de control y salida de los amarillos, que rondaron el gol en varios disparos de Pitu desde la frontal (17', 36' y 43'), como en una falta que Nauzet estrelló en un lateral (32'). Al éxito de los amarillos en el desarrollo de este guión contribuyó hasta exasperar el árbitro, que le permitió todo a Darino. El pivote obstruyó, agarró, zancadilleó y repartió todo lo que quiso impunemente. Luego, en la primera que hizo Richi, Teixeira estrenó las tarjetas. Ver para creer.

Al descanso, el 0-0 era menos preocupante que la sensación de que el Tenerife no estaba. De salida en la segunda parte, el equipo se juntó apretando con la última línea, recuperando la bola y provocando más cercanía entre sus jugadores para tocar como saben. Aún así Las Palmas la tuvo dos veces, una en los pies de Márquez (4'), en un remate trompicado que salvó Sicilia bajo palos, y otra por el costado derecho, que malogró Nauzet (6') solo ante el portero. Pero el Tenerife ya estaba enchufado y la gente empezó a apretar. Así provocó un córner, del que salió una segunda jugada que abrió el partido con el gol de Richi (10'). Con 1-0 ya nada fue igual, a pesar de que Márquez acarició el empate entrando solo por la derecha y estrellando el tiro en el exterior de la red (15'). Vidales puso a Saúl, abrió a Nauzet a banda y cambió el dibujo (4-2-3-1). Las Palmas ya no tuvo control y el Tenerife se afianzó, empezó a tocar, a hacer paredes cerca del área y a expresar su calidad técnica en todo el frente de ataque.

Oltra dio entrada a Ángel y rodó a Alfaro a una banda. Un servicio del canterano lo convirtió Nino en una obra de arte para rematar una contienda que en ese último tramo estaba viva sólo por la incertidumbre del corto marcador. Las Palmas se había echado arriba, pero a trompicones y el Tenerife esperaba su momento para sentenciar. Llegó en el 34 y hasta el final el Heliodoro fue una fiesta impresionante, emotiva, inolvidable, con los "olés" de la grada para un equipo que ya estaba liberado. Oltra dio entrada a Mikel, adelantó a Richi a la media punta y luego tuvo el detalle con Cristo.

Otro derby blanquiazul. La supremacía es indiscutible, fruto de un proyecto rematado con fichajes de gran calidad, que siempre deciden. El Tenerife es mejor.

CD Tenerife 2 :Luis García; Bertrán, Luna, Martínez, Sicilia; Juanlu, Ricardo, Richi, Kome; Alfaro y Nino.

En el minuto 70, Ángel entró por Juanlu; en el 81, Mikel relevó a Kome y, en el 90, Cristo a Alfaro.

UD Las Palmas 0 :Santamaría (1); Juanpa (1), Samuel (1), David García (1), Dani López (1); Nauzet (1), Darino (1), Jorge (2); Pablo Sánchez (1), Pitu (2) y Marcos Márquez (0).

En el 67, Saúl (0) relevó a Pitu y en el 85, Gerardo (s.c.), a Pablo.

Goles1-0. Min. 55. Richi, desde cerca.

2-0. Min. 78. Nino, de gran disparo.

Dieron la cara

Valencia y Barcelona resolvieron con un empate 2-2 un buen partido en el que ambos equipos pusieron sus argumentos sobre el terreno de juego y que acabó con una igualada que supo a poco a unos y otros, pero que mantiene viva la llama de la emoción en el tramo final de la Liga Española.

El partido fue especialmente táctico en intenso en los primeros minutos, hasta el punto de que un remate de Messi al cuarto de hora fue el primer disparo del choque.

Hasta ese momento, el equipo local aguantaba en su zona a un rival que tenía la posesión del balón, pero que no se aproximaba a la portería de César, al tiempo que trataba de sorprender al conjunto catalán al contragolpe.

Al control del juego, el Barcelona agregó el gol. En el minuto 24, en una excepcional jugada de Iniesta, Messi hizo el 0-1, justo en su mejor fase de fútbol del primer periodo.

La polémica del primer periodo llegó en el minuto 29 cuando los jugadores del Valencia reclamaron penalty en dos acciones consecutivas; primero en una caída de Silva ante Messi y, de inmediato, en otra de Villa ante Puyol, en la que el árbitro pitó fuera de juego.

Un cabezazo de Silva obligó a Valdés a realizar una buena parada y enviar el balón a córner. En el lanzamiento, Maduro logró la igualada. Casi de inmediato, una gran acción entre Mata y Pablo supuso el 2-1.

Se presentaba, pues, un guión diferente en el segundo tiempo. El Barcelona, un equipo aparentemente inmune al gol, había recibido dos tantos en dos minutos y debía remontar. Para conseguirlo, volvió a mostrar su capacidad de control e igualó casi al final.

Valencia 2 : César, Miguel (Moretti, m. 77), Maduro, Albiol, Alexis, Marchena, Baraja (Michel, m. 67), Pablo, Silva, Mata (Vicente, m. 82) y Villa

Barcelona 2 : Valdés, Dani Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Busquets, Keita (Henry, m. 63), Xavi (Gudjhonsen, m. 76), Iniesta, Messi y Eto'o.

Goles0-1, m. 24: Messi.

1-1, m. 43: Maduro.

2-1, m. 45: Pablo.

2-2, m. 85: Henry.

Lakers ponen el 2-0 la serie

Una primera mitad de ensueño permitió a los Lakers poner el 2-0 en la eliminatoria frente a los Jazz de Utah (119-109), cuyo esfuerzo constante, sobresaliente en el caso de Deron Williams, fue neutralizado en un final de infarto por el trabajo coral de los locales.

Hasta siete jugadores angelinos lograron dobles dígitos en anotación. Destacaron Kobe Bryant, con 26 puntos y nueve asistencias, y Pau Gasol, con 22 tantos y seis rebotes.

En los Jazz Williams estuvo brillante. Firmó 35 puntos y nueve asistencias, y fue la razón por la que su rival sufrió ciertas ausencias en momentos clave, al igual que en la temporada regular, que pueden ser clave en el futuro.

Los angelinos aprendieron a medias la lección de su técnico y salieron como un torbellino (27-14, m.9), con las mejores versiones de Andrew Bynum y Pau Gasol, y sin necesidad de los puntos de Bryant, que sólo anotó un triple en los primeros doce minutos, a los que se llegó con claro dominio local (41-29).

El brillante comienzo de los Lakers, con un 85,7 por ciento de acierto en el tiro, eclipsó un buen inicio de los Jazz, de nuevo liderados por su estandarte, Williams, que se encargó de reducir el déficit y dejar a su equipo a seis (49-43, m.18).

Pero Lamar Odom, como sexto hombre, elevó de nuevo el juego de su equipo con 12 puntos en apenas nueve minutos y los Lakers alcanzaban, con un triple de Trevor Ariza, la máxima ventaja que tuvieron en el partido (66-46, m.22).

Sin embargo un rotundo parcial de Utah de 0-14 devolvió al equipo de Sloan a la pomada (66-60) al comienzo del tercer cuarto. Tocaba comenzar casi de cero para los angelinos. Y aparecieron quienes debían hacerlo. Gasol por los locales, con siete puntos seguidos, y Williams, inmenso con su quinto triple de la noche.

Al último cuarto se llegó con ventaja local (89-78), tras un triple de Shannon Brown, y Bryant, magnífico en la distribución de juego, guió a los suyos en el tramo final a pesar de la resistencia de Williams, que volvió a acertar desde el perímetro para dejar el marcador en 107-99 a falta de cinco minutos.

Por entonces, Gasol y Bryant reposaban en el banquillo, aunque debieron regresar, calmar los ánimos de Utah, que llegó a estar a tres (109-106), y certificar la victoria con muchos más problemas de los previstos inicialmente. La estocada final corrió a cargo de Ariza, que con un triple colocó el 116-108.

La serie viaja ahora al pabellón EnergySolutions de los Jazz.

Los Ángeles Lakers 119 : (41+25+23+30): Fisher (11), Bryant (26), Ariza (13), Gasol (22), Bynum (10) -cinco inicial-, Brown (12), Walton (4), Vujacic (-), Farmar (2) y Odom (19).

Utah Jazz 109 : (29+26+23+31): Williams (35), Brewer (14), Korver (12), Boozer (20), Collins (-) -cinco inicial-, Millsap (13), Miles (5), Kirilenko (10), Knight (-), Harpring (-) y Price (-).

Triunfo fue cómodo

Cinco días después, la historia se volvió a repetir. En el mismo escenario y con idénticos protagonistas pero ya en plena fase final, los Lakers se apuntaron una cómoda victoria sobre los Jazz de Utah(113-100), haciendo gala de un juego práctico y sin egoísmos.

Kobe Bryant lideró el ataque local con 24 puntos y ocho asistencias, en tanto que Pau Gasol añadió 20 tantos y nueve rebotes, aunque la aportación decisiva llegó de manos de Trevor Ariza, con 21 puntos.

En los Jazz, que perdieron contra los Lakers por 125-112 en el último partido de la temporada regular, destacó la labor de Carlos Boozer, con 27 puntos y nueve rebotes, y del base Deron Williams, con 16 tantos y 17 asistencias.

Salida fría

Los angelinos salieron tan fríos como el ambiente que se respiraba en el Staples Center, con decenas de asientos vacíos en el momento en el que se echó el balón al aire. Prueba de esa falta de concentración fueron las dos rápidas faltas personales que cometió Derek Fisher ante la velocidad de Deron Williams.

Pero los Lakers no tardaron en desperezarse. Dos triples de Trevor Ariza y el poderío interior de Gasol y Andrew Bynum sobre Carlos Boozer y Jarron Collins dieron a los californianos las primeras ventajas (17-10, m.7) y provocaron el primer tiempo muerto de Jerry Sloan.

Los Jazz basaban sus opciones ofensivas en la pareja formada por Williams y Boozer, una versión menor de la mítica dupla John Stockton-Karl Malone. Pero la explosividad del base titular de Utah se vio frenada por la entrada en cancha de Shannon Brown, todo garra, energía e intensidad en defensa.

Brown, el fichaje procedente de los Bobcats de Charlotte, también se animó en ataque y con sendos triples ayudó a dejar el marcador al término del primer cuarto en un claro 30-19, una ventaja local construida sobre un 70,6 por ciento de acierto en el tiro.

El espectáculo fue en aumento. Lamar Odom tomó el testigo en el segundo cuarto y los Lakers llegaron se fueron al descanso con 22 de ventaja (62-40).

Instantes antes se sumaba a la fiesta Kobe Bryant, quien apartó un momento su faceta más generosa, con cinco asistencias, líder de su equipo al descanso, para anotar nueve puntos casi seguidos y desarbolar a los Jazz, inoperantes ante el torbellino de juego local.

Utah no se rindió

Sin embargo, Utah no se vino abajo y amenazó a su rival con un parcial de 0-9 al arrancar el tercer periodo. El equipo de Sloan, paciente y tenaz, siguió remando contra marea gracias a la labor bajo aros de Boozer, que consiguió acercar a los suyos (72-63), aunque ese toque de atención despertó a los Lakers, que se habían olvidado de defender.

Un triple de Brown junto con una suspensión y dos tiros libres de Josh Powell, en su primera aparición del partido, apaciguaron la situación para los californianos a falta de un cuarto (86-73), en el que se mantuvieron las rentas cómodas a favor de los de casa.

Aunque un triple del ruso Andrei Kirilenko volvió a dejar a los Jazz con menos de diez abajo (98-89), Bryant contestó primero con un tiro lejano y Gasol le siguió con dos tiros libres para dejar el 104-91, antes de abandonar el partido por faltas personales.

Los Jazz decían así adiós al encuentro a pesar de su gran superioridad en el rebote ofensivo (20 rechaces, por 7 de su rival).

Los Ángeles Lakers 113 : (30+32+24+27): Fisher (8), Bryant (24), Ariza (21), Gasol (20), Bynum (7) -cinco inicial-, Brown (9), Walton (5), Vujacic (-), Powell (6), Farmar (-) y Odom (13).

Utah Jazz 100 : (19+21+33+27): Williams (16), Brewer (6), Korver (7), Boozer (27), Collins (7) -cinco inicial-, Millsap (15), Miles (6), Kirilenko (8), Knight (-) y Harpring (8)

El Tau, campeón de la fase regular de la ACB

El Tau se aseguró la primera posición al vencer al Barcelona por 83-79 y distanciar en tres partidos al equipo catalán a falta de sólo dos jornadas para la conclusión de la primera fase.

El Tau comenzó pleno de intensidad y acierto ofensivo con la inspiración para distanciarse, 12-5 en el minuto 6, lo que motivó que Xavi Pascual llamara al orden a los suyos.

El Barcelona reaccionó con el acierto de Lakovic e Ilyasova, pero la puntería de Teletovic y el trabajo en la zona de Splitter dejaron al Tau con ventaja al final del primer cuarto (25-21).

En la salida del segundo, los de Ivanovic apretaron en defensa y secaron al Barcelona, que no encontraba la manera de llegar al aro del Tau.

El Tau amagó con un despegue definitivo (51-37), pero Navarro fue el sostén del Barcelona. Sus ocho puntos consecutivos mantuvieron en el partido a los de Pascual.

Ilyasova tomó el relevo, con otros nueve puntos, para endosar un 4-14 de parcial y estrechar el marcador (55-51 en el minuto 29), ante un Tau empeñado en anotar sólo triples y desorientado en ataque.

El Tau encontró en las penetraciones individuales de Prigioni, Mickeal o Vidal la vía para mantenerse con ventaja. Un triple del catalán distanció ocho puntos (70-62) a los locales a falta de cinco minutos.

Navarro volvió a aparecer en el tramo final para poner intriga en la victoria del Tau, pero no fue suficiente para el Barcelona.

Tau Cerámica 83 :(25+20+12+26): Prigioni (13), Rakocevic (8), Vidal (12), Teletovic (19), Splitter (14) -inicial-, Mickeal (13), McDonald (4), Ilievsky (-).

Barcelona 79 :(21+9+24+25): Lakovic (6), Navarro (22), Basile (3), Ilyasova (23), Santiago (2) -inicial-, Vázquez (10), Andersen (5), Grimau (3), Sada, Barton (5).

Otra lección de fútbol

Sin inmutarse, a lo suyo. El Barça, liderado por la maestría de Andrés Iniesta ofreció la enésima lección de fútbol de la temporada para mantener su ventaja al frente de la Liga con una goleada sin paliativos al Sevilla (4-0), el tercer clasificado del campeonato.

En un momento caliente de la temporada, con el Real Madrid de nuevo a tres puntos, el Barça respondió a lo grande, con un triunfo de prestigio, de esos que no dejan dudas ni de la calidad ni de la ambición del equipo de Pep Guardiola, que redondeó otra noche estelar.

Buena culpa de todo ello fue de Andrés Iniesta. Estuvo en todas, en los goles y en las acciones de peligro de su equipo. Clarividente en el pase, certero en el remate. Tenía que jugar en el puesto de Messi, en el banquillo, pero él lo hizo de Iniesta. Andrés Iniesta estuvo fabuloso, exquisito en cada toque, como casi siempre, la diferencia es que, además, marcó.

Su gol, en el minuto 3, disipó cualquier atisbo de dudas sobre la presión que el Barça, el líder de la Liga, pudiera tener antes del inicio del encuentro y tras la agónica persecución del Real Madrid.

Un toque sutil desde 30 metros para el 1-0, el portero Javi Varas con los nervios en el cuerpo, los mismos que no había escondido en revelar en su estado en la red social "facebook". "Vaya papelón", admitió, lo peor para él estaba por llegar.

Iniesta contagió al resto. Empezó a jugar por la derecha, pero se vio con ganas, se sintió fuerte y la defensa del Sevilla enloqueció. Si el Sevilla encontró una autopista por la banda derecha en los primeros minutos en los que Navas se rifó hasta en cuatro ocasiones a Dani Alves, al final el brasileño fue el "correcaminos" y Navas 'el coyote', el complemento ideal para el fútbol de desborde del Barça.

El albaceteño ofreció una clase de toque y desmarque, de visión y de anticipación a la jugada, una lección que sus compañeros no desaprovecharon. La ansiedad de Eto'o desapareció después del segundo regalo de Iniesta, el primero lo había desaprovechado, el segundo fue el 2-0.

Una combinación de tiralíneas entre Xavi e Iniesta habilitó al camerunés quien, desde el área pequeña, decidió la suerte del partido, cuando se habían disputado sólo dieciséis minutos.

El fútbol del Barça no dejó ni rastro de las intenciones del Sevilla, que desbordó desde la derecha con Henry, desde la medular con las incorporaciones de Keita y la visión de Xavi, desde cerca del área con el instinto asesino de Eto'o o desde cualquier posición.

Barcelona 4 : Víctor Valdés; Alves, Piqué, Márquez (Sylvinho, m. 82), Abidal; Touré, Keita, Xavi (Bojan, m. 74); Iniesta (Hleb, m. 60), Eto'o y Henry.

Sevilla 0 :Javi Varas; Mosquera (Konkó, m. 65), Squilacci, Escudé, Fernando Navarro; Maresca, Romaric, Capel, Navas, Koné (Kanouté, m. 46) y Luis Fabiano (Renato, m. 55).

Goles1-0, m. 3: Iniesta.

2-0, m. 16: Eto'o.

3-0, m. 49: Xavi.

4-0, m. 54: Henry.

El Tenerife sigue firme su trayectoria en busca de la Primera tras vencer por 1-2 en Anoeta a una Real Sociedad que, tras esta jornada, puede comenzar a plantear la próxima temporada en la División de Plata.

No defraudó el choque entre dos aspirantes a priori al ascenso ya que desde el pitido inicial estuvo muy abierto, con un ritmo de juego elevado y ocasiones de gol en las dos porterías.

Aranburu en dos ocasiones, antes del minuto 7, pudo marcar al Tenerife aunque sus remates, con Luis García vendido, se marcharon ligeramente desviados.

En pleno vendaval de juego donostiarra, en el minuto 10 fue Gerardo el que falló un remate sencillo, solo ante Luis García, con el que podría haber puesto broche a una jugada espectacular al primer toque entre Marcos y Xabi Prieto.

El fútbol del equipo isleño fue ganando enteros a medida que los donostiarras perdían su gas inicial y en el tramo final del primer periodo disfrutó de varios acercamientos que hicieron temblar las gradas de Anoeta, casi siempre con Nino como protagonista.

El central Ansotegi salvó el 0-1 en la primera jugada de la segunda parte, tras aprovechar Nino una salida en falso del meta chileno Claudio Bravo para rematar entre un bosque de piernas con la portería desguarnecida.

La Real Sociedad se adelantó, por contra, instantes después con un golazo del uruguayo Sebastián Abreu al culminar una excelente jugada de Prieto y Gerardo.

Pero poco le duró la alegría a los locales porque un minuto más tarde, en la acción inmediata al gol, un penalti de Carlos Martínez a Kome lo convirtió en el empate el especialista Nino.

El delantero tinerfeñista, en racha últimamente, echó un jarro de agua fría definitiva sobre las ilusiones de los aficionados blanquiazules al aprovechar un fallo de Carlos Martínez, hacerse con el balón por el que pugnaba Bravo y batir a éste en su salida para marcar el 1-2, con lo que situaba a su equipo como líder provisional a falta del encuentro de mañana en Xerez en Vitoria contra el Alavés

Real Sociedad 1 : Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Castillo; Gerardo (Necati, m.70), Markel (Agirretxe, m.85), Aranburu, Rivas; Xabi Prieto, Marcos (Moha, m.85) y Abreu.

Tenerife 2 : Luis García; Marc Beltrán, Manolo Martínez, Luna, Pablo Sicilia; Ricardo (Ayoze, m.76), Juanlu (Oscar Pérez, m.88), Kome (Mikel Alonso, m.76), Richi, Alfaro; y Nino.

Árbitro: Lizondo Cortés. (Valencia). Amonestó a Necati, Carlos Martínez, Castillo, Pablo Sicilia, Mikel Alonso y Alfaro.

Goles: 1-0, m.48: Abreu. 1-1, m.49: Nino, de penalti. 1-2, m.67: Nino.

Orgullo, fe y casta

70-55 para Cáceres a 7'25'' para la conclusión del partido. Ante ese panorama, y con un Tenerife Rural que había pasado por el partido con una defensa indigna de un equipo de la zona alta de la tabla y un Cáceres hipermotivado por demostrar el corazón de un grupo crecido ante las ausencias (Moss, Simien y Panadero), ¿qué final sería "lógico" imaginar? Destierren esa palabra de su mente; es absolutamente imposible aplicarla al Tenerife Rural. Los blanquiazules tiraron, una vez más, de esa casta que, las cosas como son, los hace especiales y se llevaron un partido épico, que precisó de dos prórrogas para caer del lado de los hombres de Rafa Sanz.

Y es que a quien hubiera apagado la radio en cualquier momento previo al minuto 34 nadie le podría haber acusado de temerario o pesimista. El Tenerife Rural saltó a la cancha sin parecer haber asimilado la clave que Sanz se cansó de apuntar los días previos al partido: la defensa. Pues que si quieres arroz, Catalina. El Cáceres, con un Guaita que continúa hipermotivado cada vez que se enfrenta a su ex equipo (con miraditas al banquillo de vez en cuando incluidas), lideraba a los suyos ante unos blanquiazules que, sin Francis Sánchez, baja de última hora, no podían frenar a los de Piti Hurtado. Malos porcentajes de tiro, pérdidas de balón, trabajo escaso de media cancha para detrás... todo ello sumado en la ecuación del choque daba como reultado que Cáceres iba encarrilando de manera sustancial el partido (22-16, 45-31, 70-55...).

Cuando ya no se creía...

Hasta ese momento clave. Pat Carroll y Lamont Hamilton se pusieron el traje de las grandes ocasiones, Boccia se convirtió en la punta de lanza defensiva perfecta en la 1-3-1 e Iván Rodríguez, el Peli, el que "casi" siempre pasa desapercibido, acumulaba un protagonismo tan inusual como justo para ir recortando distancias. Un parcial de 9-22 le daba otro aire al choque y una bandeja casi sobre la bocina del capitán en una acción de contraataque contra Brown plagada de orgullo dejaba al pabellón con la boca abierta y forzaba la (primera) prórroga.

El tiempo extra comenzó bien encarrilado para los de Rafa Sanz, que con un 79-84 parecían dejar las cosas claras. Sin embargo, el espíritu indomable del Cáceres y los errores en los tiros libres, verdadera lacra blanquiazul en la noche de ayer, permitieron a los locales llegar vivos y forzar una segunda prórroga con canasta de Bellas.

En ese momento, cuando se llevan 45 minutos de partido y las piernas responden a medias, el cerebro, el talento y el orgullo toman el relevo. Boccia asumió el mando del partido, Iván Rodríguez continuó dándole aliento a los suyos y el Cáceres se atropelló desde más allá de la zona de 6'25. Dos tiros libres de Christian Maraker terminaron por sellar una victoria tal vez inmerecida (Rafa Sanz dixit), pero de las que refuerzan, al menos anímicamente, a un grupo que estaba necesitado de ello. Lo que no es poco ante la visita de este domingo a la cancha del todopoderoso Valladolid.

Cáceres 96 :Tomás Bellas (12), Lucio Angulo (14), Chus Poves (4), Diego Guaita (22) y Juan Sanguino (9) -quinteto inicial- Gerard Brown (14), Dan Cage (5), Miguel Guillén (-), Víctor Lajas (2) y Mantas Ruikis (14).

Tenerife Rural 98 :Adrián Boccia (14), Iván Rodríguez (13), Pat Carroll (20), Christian Maraker (12) y Lamont Hamilton (16) -quinteto inicial- Julio González (11), Edu Sánchez (1), Kiril Wachsmann (5) y José Ángel Antelo (6).

Que se acabe ya!

El que se quiera ir, que levante la mano. Se le paga el billete, yo pongo dinero, y que no vuelva. A reírse del prójimo, no. Que se larguen los que quieran. La imagen de ayer, las "risitas" a un pasado marcado por el orgullo, es manchar la elástica blanquiazul y otras como aquellas del Ajax y Buitres que colaboraron, antes en la OJE y ahora en Miraflores, para hacer el basket un poco más grande. Sí, fue un 61-65 vergonzante. Al cronista, al menos, se le puso la cara roja.

El partido comienza con "castigos". Al menos, es el "olor" que el quinteto desprendió. Dejar fuera a la pareja buena de pivots, Terrell y Kohlmaier, o apostar por Fariña en lugar de Shaw, incluso de Sebas, suena a dar "palos" a los que algo, en algún momento de la semana, hicieron cosas mal. Cosas feas. Fueron cinco minutos para pensar, asegurar, que los Azucarera, Peña, el "Rana", Menotti o "Pipi", gente de distinta generación, con unos años menos serían ahora ricos. ¿Qué digo ricos?, de oro.

Gandía, que se jugaba "años" de vida, salió primero. Se puso por delante. Gracias a Morley, a Robinson y a las "cositas" nuestras. Esos "regalos" por levantarse tarde. Domingo Rodríguez, con 4-14, metió a Terrell. Hasta el descanso, durante aquellos dos cuartos, el "UB" fue progresivamente remontando. La aparición de Koffi dio también aire a los isleños y, de camino, ayuda al "4" bueno. Thomas se fue a los 19 puntos.. Ellos, con lo justo. Un triple de Ibarra, los puntitos de Miller y, sobre todo, Robinson y Morley. 35-35.

Luego, se activó la torre. Usted (que lee), ¿ve Lioko? Son unos dibujos animados donde un grupo de niños salvan la vida humana en un mundo virtual. Xana es la mala y los "enanos", todos, los buenos... Vale, se me fue un poco la "olla". Era un ejemplo. Algo en lo que reflejar el partido. ¿Nunca lo ha visto? Está "guay"... Bueno, pues eso. A La Palma se le encendieron las luces. Se activó. Sala, Koffi, Terrell, Fariña, triple de Suka, otra de dos de Koffi y cerró la "estirada" Ermolinski con una de tres. Ellos están 5 minutos sin anotar y el "UB" logra un parcial de 15-5, después de una canasta ajena de Higgins.

Con 50-37 y teniendo enfrente al Gandía, lo normal es pensar en que el partido está ganado. Lo normal y lo que piensas, para qué mentir. Son trece puntos ante un rival bloqueado, sin nada con lo que amenazar. No se rinden. Gandía, hay que reconocerlo y aplaudirle por ello, aguantó el chaparrón y seis puntos consecutivos de Morley pusieron el partido en un 50-43 que te altera el espíritu. Te "mosqueas". Y es que, con perdón si ofendo, ver a Suka, un inmenso defensor, asumir responsabilidades en ataque te hiela el alma. ¡Hasta le dejaban "aclarados"! ¿A qué jugamos?... ¿De verdad que no ve Lioko? Póngalo una tarde y verá...

El último cuarto es la "locura". Hasta el minuto 5, cuando faltaban otros tantos, el "UB" jugaba mal pero ganaba de 10. Sí, 57-47. Luego, metió 4 puntos. Como si el hombre del maletín, que uno de lo imagina de negro y con corbata, bajara desde la grada lleno de billetes y repartiera en el banquillo isleño. Que no es verdad, ¡ni pensarlo!, pero lo parecía.

Aquellos últimos minutos, dándole todos los balones claves a Terrell, con el resto "escondido", son de "cárcel". Y, por cierto, ni en aquellos momentos, donde la oscuridad, necesidad de una luz, de un mísero bombillo, entró Sebas. El "diablo" estuvo todo el partido, sin lesión, en el banquillo. Sentado en la madera. Y no digan que es normal. Algo pasa... y grande. Desde allí, cerca de la grada, el palmero vio como Robinson asumía la responsabilidad para marcar un triple decisivo y tiros libres determinantes. Todo ante la vergüenza local. Que la liga acabe ya...

UB La Palma 61 :Driesen (-), Koffi (20), Sala (2), Fariña (2), Ermolinski (4), -inicial-, Shaw (-), Canals (2), Suka (8), Kohlmaier (-), Terrell (23).

Basquet Gandía 65 :Higgins (2), Robinson (20), Morley (23), Brown (6), Jiménez (3), -inicial-, Miller (5), Ibarra (6), Luengo (-).

Soñando con los "play-off"

"Hoy toca la 14", decía en una cartulina amarilla que portaba un joven aficionado aurinegro. Y el Socas Canarias no le defraudó. La de anoche, ante el CB Los Barrios, fue un triunfo muy laborioso, ante un rival muy sólido, poseedor de un interior con dos hombres consolidades -Richy Guillén y Jesús Chagoyen- y con un perímetro intenso, donde sobresalen Levi Rost -recibió un cariñoso recibimiento de la que fue su afición- y Ross Schraeder.

Pues a pesar de dicho potencial los hombres de Alejandro Martínez supieron plantear muy bien el partido, sabiendo frenar a la artillería rival -dejaron en 9 y 4 tantos a Rost y Schraeder-, aunque esa misión significara renunciar, en cierta medida, a las ayudas a la hora de cerrar a los dos hombres de la "bombilla", que se repartieron 41 de los 77 puntos -Richy llegó a los 17 y Jesús anotó 24- que anotó el CB Los Barrios.

Varias fueron las claves que llevaron al Socas Canarias a sumar esa importante decimocuarta victoria. Por una parte la intensidad defensiva, sobre todo en los momentos más decisivos; luego la efectividad en los tiros libres -logró el cien por cien de efectividad (14/14), seis de ellos en el último minuto y medio-; también hay que valorar el excelente quehacer reboteador de la pareja Donaldson-Padgett, que acapararon 10 y 13 capturas, respectivamente, con el primero anotando 16 puntos y protagonizando cinco "gorrazos" de escándalo. Citar entre las cosas que llevaron al éxito al equipo canarista la buena actuación de los dos bases: Iker recuperando tres balones decisivos y moviendo con su maestría, y Antonio protagonizando un excelente segundo cuarto, en el que anotó 13 tantos, con tres triples consecutivos.

La guinda la puso una vez más Jason Detrick, quien a los 11 tantos de la primera mitad añadió 17 en la segunda, para un total de 28, sabiendo ganarle la partida a su amigo Levi Rost, al que además de dejarle en 9 puntos le envió al banquillo con cinco faltas.

El Canarias firmó un buen primer tiempo, lo que le llegó a poner el +13 en el minuto 16 (41-28), pero un parcial de 2-9 la dejó en +6 (43-37), llegándose al descanso con 9 arriba (45-37), tras robo y mate de Jason Detrick.

El americano protagoniza 4 tantos en el arranque y eleva a 10 la diferencia (51-41). Y aquí llegó la reacción visitante que, con un 0-9 -3 puntos de Rost, 4 de Eric Sánchez y 2 de Richy- ponen el 51-50 y obliga a Martínez a pedir el "minuto" y mover acertadamente el banquillo. Un 2+3 de Detrick y una bandeja de Padgett, tras asistencia de Calvo, sirven para devolverle el parcial (11-0) y situar el 60-50. Cuatro tantos de Chagoyen cierran el periodo (60-54).

Un triple de Heras parecía el momento del despegue definitivo, pero el rival se "empeñó" en amargar la noche a la parroquia local e igualó a 65 a 6 minutos.

A partir de aquí asumen todo el protagonismo Detrick y Donaldson, para quienes van todos los balones. Entre ambos se reparten prácticamente los últimos 16 puntos aurinegros, con una espectacular canasta de Jason en un "uno contra uno" ante Levi.

Con 77-74 se entra en los 38 segundos finales y balón para el rival, tras señalarle 8 segundos a Busta en defensa. Aquí el público convierte el pabellón en un infierno. Rost falla una bandeja y hace falta a Jakim. El USA local sentencia con un (1+1) al poner el 79-74. Heras y Sánchez establecen el definitivo 81-77, un +4 que concede el "average" al Los Barrios.

Socas Canarias 81 :Urreizti (2), Detrick (28), Calvo (4), Donaldson (16), Padgett (6) -inicial-, Heras (3), Bustamante (15), Coego (2) y Ruiz de Galarreta (5).

CB Los Barrios 77 :Vallmajó (3), Castro (5), Rost (9), Guillén (17), Chagoyen (24) -inicial-, Alba (4), Erik Sánchez (7), Iturbe (4) y Schroeder (4).

Semifinal

Sin el lustre del partido de ida, pero con la eficacia que le permite su amplio catálogo de recursos, el Barcelona tramitó en el Allianz Arena de Múnich su eliminatoria ante el Bayern de Múnich con un empate (1-1) que le clasifica para las semifinales de la Liga de Campeones.

De menos a más durante el partido, el Barcelona se recuperó de un inicio incómodo para acabar silenciando el estadio del Bayern. Si en la primera parte salvó la papeleta con un fútbol práctico, en la segunda pudo desplegar el juego que ya le ha situado entre los cuatro mejores del continente. Nunca temió por la eliminatoria, sentenciada ya en Barcelona (4-0).

Mermado por las ausencias de Schweinsteiger y Podolski, el Bayern quedó a expensas de la inspiración de Ribéry, puro talento. Pero más allá del francés, el Bayern fue un desierto futbolístico, un equipo metalúrgico. Planteó un partido más físico que en la ida, arropado por la sonoridad de su estadio, pero su fútbol no estuvo a la altura de la solemnidad del recinto.

A empujones, el equipo de Klinsmann intentó cohibir al Barça, que plantó cara en la batalla psicológica, fiel a su estilo de afrontar cada partido como si fuese el último, por más que el 4-0 de la ida le permitiese un cómodo margen de error.

En partidos así, los primeros minutos son decisivos. Una jugada pudo cambiar el panorama de la eliminatoria. Abidal, de nuevo titular después de casi dos meses de lesión, regaló la pelota a Sosa. Su centro desde la banda derecha sólo lo acarició Toni. Un gol hubiera puesto en apuros al Barça. El error del delantero italiano certificó que la eliminatoria no tendría historia.

Con 45 minutos de retraso, el Bayern movió el marcador. Lo hizo Ribéry, el faro futbolístico del conjunto alemán. A la salida del descanso, con los jugadores del Barcelona aún atándose las botas, llegó al área azulgrana, sentó a Valdés y firmó el 1-0.

No se inmutó el Barça, dueño de la pelota en el estadio bávaro. Respondió con entereza. Desactivó el posible aluvión del Bayern, que sólo se quedó en una declaración de intenciones. Los alemanes parecieron conformarse con una victoria por la mínima para cumplir el deseo de su entrenador, caer con honores.

El Barça, en cambio, no está para firmar derrotas. Es un equipo ambicioso y vive instalado en un optimismo febril que le permite disfrutar de su fútbol por encima del miedo a la remontada del rival.

Anclado por Touré, una montaña en la medular, y dirigido por la sutileza de Xavi, el Barcelona gobernó el partido en la segunda parte con una autoridad incontestable. Apareció Iniesta y Messi pidió la palabra. Enfrente, el Bayern no encontró manera de persistir en una remontada imposible. Su juego terminó en el gol de Ribéry. Ni volvió a pisar el área de Valdés.

Después de un frustrado remate de Eto'o a dos metros de Butt, el Barça encontró el gol que premió su esfuerzo. Iniesta, Eto'o y Xavi combinaron en el área de Butt como si fuese un entrenamiento del "Dream Team". El rondo lo cerró Keita, que remató a la red el balón cedido por Xavi desde el punto de penalty. Fue el mejor ejemplo del fútbol coral del Barça.

El empate cerró definitivamente la eliminatoria, abierta con un espectáculo futbolístico en el Camp Nou y clausurada con un gol de estilo Barça.

No le quedó otra al equipo alemán que rendirse ante el fútbol del Barcelona, que avanza con pie firme en Europa después de crecer en Múnich. A partir de un arranque sobrio, acabó dictando una lección de fútbol colectivo.

Bayern Múnich 1 : Butt; Lell, Lucio, Demichelis, Lahm; Ottl, Van Bommel, Sosa (Altintop, m. 78) Zé Roberto (Borowski, m. 78); Ribéry y Toni.

Barcelona 1 : Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Touré, Xavi, Keita; Messi, Iniesta (Hleb, m. 78) y Eto'o.

Goles : 1-0, m. 47: Ribéry.

1-1, m. 73: Keita.

El Barcelona empató y obtuvo su pase a las semifinales, en la primera clasificación del equipo azulgrana para la siguiente ronda jugando la vuelta lejos de su casa.

Vázquez e Ilyasova conducen al Barcelona a un triunfo fácil

Ersan Ilyasova, con cinco de cinco en triples, y Fran Vázquez, máximo anotador del partido con 17 puntos, llevaron al Barcelona a un cómodo triunfo (86-64) ante un Bruesa que desde el salto inicial fue incapaz de inquietar al equipo catalán.

Los azulgranas lo tuvieron muy fácil ya en el primer cuarto ante el sorprendente cinco inicial que sacó en la pista Pablo Laso, técnico del conjunto vasco. Ilyasova confirmó su gran momento de forma con tres triples de tres intentos que llevaron a su equipo a situarse 14 arriba (18-4, min. 6). Cuando el técnico donostiarra empezó a mover su banquillo ante la poca efectividad de sus titulares, el equipo de Xavi Pascual ya tenía el partido controlado (26-11, min. 9).

Lou Roe, Sergio Sánchez e Isaac López tiraron del Bruesa en el segundo cuarto (41-32, min. 16) pero un tiempo muerto de Xavi Pascual, al que siguió un parcial de 10-1, rompió la racha donostiarra(51-33, min.20

En el tercer periodo, el Barcelona bajó su acierto (58-47, min. 26) pero sólo fue un espejismo. Bernard Hopkins, el único de los donostiarras que dio la cara en el último cuarto, no pudo evitar que el Barcelona volviera por sus fueros en el último cuarto.

Regal Barcelona 86 : (31+22+15+18): Lakovic (11), Basile (10), Barton (-), Ilyasova (15), Vázquez (17) -equipo inicial-, Grimau (11), Trias (7), Andersen (5), Rabaseda (2), Sada (2), Barrett (-) y Santiago (6).

Bruesa BGC 64 :(16+20+14+14): Uriz (2), Popovic (5), Andrade (3), Panko (8), Doblas (6) -equipo inicial-, Roe (7), Hopkins (13), Sánchez (6), López (10) y Marconato (4).

Un Barcelona espeso

Un gran Andrés Iniesta volvió a acudir al rescate del Barcelona para marcar el primer gol y forzar el segundo (en propia puerta de Morris) en un encuentro muy espeso de los hombres de Josep Guardiola ante un buena versión del Recreativo.

Tampoco el Barcelona puso en liza a su mejor equipo, ya que cinco de los titulares del encuentro contra el Bayern (Piqué, Puyol, Xavi, Touré y Eto'o) estuvieron en el banquillo o no fueron ni convocados, principal motivo para explicar que el Barça sin estos puntales es menos equipo, especialmente en la elaboración y en la pegada.

Sin Eto'o y con Bojan como ariete, y sin Xavi, pero con Gudjohnsen en la creación, el Barça se las vio y deseó para hacerse con el control del partido.

Barcelona 2 :Valdés; Alves, Márquez, Cáceres, Sylvinho; Sergio Busquets, Iniesta (Hleb, min. 75), Gudjohnsen (Xavi, min. 62); Messi, Bojan (Keita, min. 64) y Henry.

Recrativo 0 :Asier Riesgo; Alain Nef, Nasief Morris, Andrés Lamas, Casado; Rafa Barber; Camuñas, Javi Fuego, Sisí, Nayar (Ersen Martín, min. 75); y Ruben (Akale, min. 75).

ÁrbitroIturralde González, del Comité Vasco. Amarilla a Casado.

Goles1-0, min. 1: Iniesta.

2-0, min. 68: Morris (propia puerta).

Manita al Levente

El Club Deportivo Tenerife consiguió una holgada victoria que le deja más cerca del ascenso, esta vez ante un anodino Levante que poco pudo hacer ante la sólida solvencia ofensiva del conjunto blanquiazul.

El sagaz esbozo inicial trazado sobre el terreno de juego por el técnico visitante Luis García surtió plenos efectos para su hueste en la primera media hora de juego, ya que la presión sobre el dispositivo organizador del cuadro canario logró debilitar por completo su función, sobre todo la de Ricardo, que no encontraba forma alguna ni de dinamizar ni de distribuir el juego de su equipo.

Pero todo esta estratagema levantina casi se le viene abajo a la media hora de juego cuando una rápida incursión en ataque de los locales acaba en el fondo de su red, después de Richi lograse batir a Reina con un disparo raso desde el borde del área, tras un desaprovechado mano a mano de Nino con el meta.

Este desliz levantino en defensa lo subsanó dos minutos más tarde Del Moral, al cabecear a la red un centro de falta sobre el área de uno de sus compañeros, después de una malograda y tardía salida del meta Luis García.

Los valencianos intentaron de nuevo hacer uso de un audaz método que tan buenos resultados le había proporcionado, pero una letal e inteligente reacción de los insulares dio al traste con esta intención en los minutos finales, cuando Richi tras sortear a la par al meta Reina y a Ángel, marcó a placer su segundo tanto, e instantes después Alfaro se hizo con un balón al borde del área y con un disparo raso logró batir al meta.

La reanudación se inició de la peor forma posible para el plantel levantino, puesto que en apenas seis minutos recibieron un nuevo tanto, esta vez por mediación de Nino, que tras encarar el área pudo batir al meta también con un disparo raso.

Esta ostensible diferencia en el resultado desmoronó por completo todo intento de reacción visitante, al mismo tiempo que también satisfizo la voluntad blanquiazul para esta confrontación, irrumpiendo así en su juego una dinámica mucho más precavida y sobre todo, más sosegada.

Con los dos equipos ya casi que abocados al desenlace final, de aquí al final nada más que reseñar en ataque, salvo la última jugada del encuentro en el tiempo de prolongación, en que un contragolpe de Ayoze permitió a Alfaro conseguir el quinto tanto y su décimo quinto en la Liga.

CD Tenerife 5 : Luis García; Pau Cendrós, Ezequiel Luna, Culebras, Pablo Sicilia; Ricardo, Richi (Oscar Pérez, min. 76); Juanlu, Alfaro, Kome (Ayoze, min. 65); y Nino (Cristo, min. 82).

Levante UD 1 : Reina; Molinero, Rubusté, Ballesteros, Ángel; Pallardó, Samuel (Larrea, min. 69), Iborra (Rubén, min. 51), Jorge Pina (Pedro Vega, min. 51); Miguel Pérez y Del Moral .

Goles:

1-0. Min. 31: Richi de disparo raso.

1-1. Min. 33: Del Moral, de cabeza.

2-1. Min. 42: Richi, a placer tras deshacerse de Reina y Angel.

3-1. Min. 44: Alfaro de duro disparo desde fuera del área.

4-1. Min. 48: Nino en jugada personal.

5-1. Min. 46: Alfaro de disparo cruzado.

Se complican para meterse en los "play-off"

El Ciudad de La Laguna Canarias cayó con estrépito en su visita a Mallorca. El cuadro naranja, en los segundos veinte minutos, arrolló al conjunto aurinegro y se aseguró la salvación, mientras pone cuesta arriba las intenciones de "play off" de los de Alejandro Martínez.

En los primeros compases un parcial de 6-2 para los baleares parecía mostrar una mayor predisposición de estos, que incluso luego pudieron incrementar esta renta. Pero la respuesta de los laguneros no se haría esperar, con un 8-0 de parcial, que daría la vuelta al marcador.

El partido, que había transcurrido como un pulso, se rompería a poco de llegar al descanso cuando los de Xavi Sastre metieron una marcha más en defensa. Y es que hasta ese momento, el juego defensivo había sido más bien débil por parte de ambas escuadras. Con un par de recuperaciones y rebotes, pudo correr el Mallorca y abrió un hueco de ocho puntos: 45-37.

El Canarias no estaba cómodo y tampoco conseguía encontrar a sus hombres de referencia. Detrick y Donaldson estaban muy apagados. Por el contrario, Calvo, Bustamante y Galarreta habían mantenido la nave a flote hasta el momento. Donaldson fue anulado por Keep. A Detrick se le vio apático, poco metido en el partido.

En la reanudación, la cuarta falta de Padgett, encima antideportiva, no era un buen síntoma. Y acto seguido los mallorquines asestaron un garrotazo de 9-0, que colocaba en 18 la diferencia a 15 minutos del final. Ni la defensa en zona que intentó Alejandro Martínez en ese momento sirvió para frenar a los anfitriones, que ya estaban lanzados. El Mallorca controlaba el rebote defensivo y se dedicaba a correr, buscando tiros claros. Ayer no había miedo a fallar en los locales.

El Ciudad de La Laguna quiso elevar su dureza defensiva, pero el Mallorca, todo entrega, no se amilanó. La diferencia bajaría hasta los 12 puntos entrando en el último acto, pero Blanch y Bivià dieron el golpe de gracia volviendo a elevar la renta a 21 (81-60). Además, Heras se complicó la vida con una técnica, demostrando ello que los laguneros estaban más fuera que dentro del partido.

A dos minutos y con los deberes cumplidos, los de Inca daban minutos a sus "cachorros" y celebraban su permanencia. Mientras, Detrick y Donaldson aprovecharon para maquillar un tanto sus números.

Mallorca 91 :(19+28+17+27). Bivià (9), Blanch (25), Pampín (11), Blair (22), Keep (14) -cinco inicial- Alzamora (4), Servera (3) J. Sastre (3), Orfila (-), X. Sastre (-), Torres (-) y Alemany (-).

Socas Canarias 72 :(20+19+10+23)Urreizti (2), Detrick (10), Galarreta (8), Donaldson (15), Padgett (2) - cinco inicial-, Calvo (9), Bustamante (16), Coego (5), Morón (2) y Heras (3).

Un mal segundo cuarto

Derrota del UB La Palma en Burgos ante el Autocid Ford. El conjunto de Domingo Rodríguez no logró poner fin a la mala racha de las últimas semanas. Quizá el rival no era el más propicio para ello, toda vez que los castellanos del Autocid se están jugando entrar en la fase de ascenso, una motivación que desde luego no tienen los hombres de Miraflores.

En el primer cuarto La Palma estuvo espesa en los pases y bajo los aros tampoco anduvo muy fina que digamos a la hora de controlar el rebote. El marcador se mantuvo igualado hasta el 11-11. Luego se produjeron cortas diferencias a favor de unos y otros.

Marcos Suka era el hombre más destacado por los visitantes, que no obstante tenían problemas para superar la defensa individual de los castellanos. Hay que significar que el mayor acierto de los canarios se produjo desde la línea de tres puntos, apuntándose tres canastas triples.

En el segundo cuarto, el Autocid intensificó su defensa y corrió mucho más y mejor los contraataques. Mena y García llevaron el peso del partido. Diego Lo Grippo y Nedzad Sinanovic estuvieron muy bien en la faceta anotadora. Así se llegó a una máxima renta de 43-27, en el minuto 17.

Luego se produjo una leve reacción de La Palma, llegándose al descanso con un 48-36. Koffi fue el mejor de los visitantes en este cuarto, lo que sin embargo sirvió de poco para evitar que los locales rompiesen el encuentro.

En el tercer cuarto, el Autocid bajó un poco el nivel de su baloncesto, aunque ello no le impidió llegar a su máxima renta (61-42, minuto 25). No obstante, el juego de los locales no era el mejor, dejando muy suelto al visitante Kohlmaier.

Las prisas no fueron buenas consejeras para los canarios, ante un Autocid al que todo le salía bien aunque los méritos no fuesen muchos. Antes de acabar este tercer cuarto se produjo la cuarta falta personal de Kohlmaier y su ausencia permitió a Sinanovic jugar a sus anchas.

En el último acto, Sinanovic siguió controlando el juego interior y Diego García se destacaba en la faceta anotadora, llegando de hecho a terminar el encuentro como máximo realizador de la noche.

El cuadro de casa aprovechó para sumar una nueva máxima renta: 70-48, minuto 31.

Con el partido ya decidido, el Autocid se relajó y el técnico local dio minutos a los jóvenes Benavente y Barriuso. Driesen y Kolhmaier fueron los únicos hombres de La Palma capaces de anotar en este último cuarto, el primero haciendo daño en el juego interior y el segundo aprovechando sus opciones en el tiro libre.

Ford Burgos 89 :(15+33+17+24). Peter Lorant (6), César Sanmartín (12), Manuel Gómez (8), Brown (-), Carles Marco (5) --equipo inicial-, Diego García (24), Luis Felipe Gruber (4), Diego Lo Grippo (16), Nedzad Sinanovic (7), Raúl Mena (5) y Barriuso (2).

UB La Palma 71 :(17+19+12+23). Matt Shaw (10), Francis Koffi (14), Perico Sala (7), Martin Kohlmaier (16), Juanjo Fariña (8) -equipo inicial-, Yannick Driesen (13), Carles Canals (-) y Marcos Suka (3).

Faltó intensidad

El Tenerife Rural perdió frente al Melilla ayer en el pabellón insular Santiago Martín, un encuentro que empezó muy bien, pero terminó muy mal, sobre todo porque los de Rafa Sanz acumulan su segunda derrota consecutiva y un balance de tres triunfos en los últimos nueve encuentros.

A falta de seis jornadas para concluir la primera fase de la competición, el cuadro insular debe luchar por conseguir la cuarta plaza, posición que le permitirá jugar el "play-off" con la ventaja de cancha que, tal y como está la Liga de igualada, esto puede ser importante para alcanzar la fase final.

Pero más importante que eso es recuperar a un equipo que no está bien, le falta confianza y tranquilidad en momentos decisivos. Además, también hay que recuperar a jugadores como Pat Carroll que han perdido la confianza en el tiro y para el Rural, su aportación es esencial. Ayer jugó un mal cuarto de cuatro y perdió el encuentro. Pero es que ese cuarto lo jugó demasiado mal, permitiendo al rival hacerse con el encuentro cuando casi estaba noqueado.

A seis jornadas para terminar esta fase, todo sigue igualado, pero los de Rafa Sanz afrontan dos encuentros consecutivos fuera de la Isla -Cáceres, el miércoles y Valladolid, fuera- y tendrá que haber un cambio urgente porque Clínicas Rincón y Burgos presionan con fuerza.

El Tenerife Rural jugó a tan buen ritmo y acierto en el primer cuarto que los jugadores creyeron que tras el primer cuarto ya habían ganado el encuentro. Anotaron cuatro triples de cinco intentos en los inicios del partido. Dos fueron de Edu Sánchez, uno de Francis y otro de Hamilton.

Con el marcador 14-7, Paco Olmos tuvo que pedir su primer tiempo muerto para reorganizar a su equipo en defensa, pero el Tenerife estaba en vena de acierto. Se fue hasta los nueve puntos (22-13) y jugando a un alto nivel, tanto en ataque como en defensa.

Los cambios empezaron a producirse en el Melilla, pero ni así pudieron frenar al Tenerife Rural, que alcanzó los diez puntos de ventaja (29-19) a un minuto de concluir el primer cuarto.

Rafa Sanz decide empezar a cambiar el quinteto y el Melilla se puso en una zona, aunque fue alternándola a lo largo del cuarto. Empezó a presionar el cuadro visitante e incomprensiblemente la intensidad defensiva del Rural bajó notablemente. Keith Waleskoski y Cuthbert Víctor empezaron a hacer mucho daño en el poste bajo, mientras que Fergerson, Ciorciari y Juanma Ruiz empezaban a anotar desde fuera.

Del 32-24 al término del primer cuarto se pasó a un 34-39, es decir, un parcial de 2-15 que situaba al dominado como dominador. Ni los cambios ni los tiempos muertos de Rafa Sanz -dos en tres minutos- consiguieron cambiar la racha visitante.

Pat Carroll, en este periodo, tendría que ser la referencia ofensiva local, pero el norteamericano estuvo desacertado y falló todo lo que tiró.

La entrada de nuevo de Francis Sánchez permitió al Tenerife Rural despertar de su mal ataque. El malagueño anotó un triple y el Tenerife Rural encendió a sus compañeros para llegar al descanso con un 43-50.

Fue un cuarto para olvidar. Diego Ciorciari se hizo con el control del juego y movió a su equipo como quiso. También se permitió el lujo de entrar por la zona y anotar con facilidad.

Era cuestión de dar un giro completo al juego que estaba desarrollando el equipo, pero había dos cosas importantes: la ventaja acumulada ya por el Melilla y el gran equipo con el que cuentan.

Y le costó entrar en el partido en el tercer cuarto. Pasó un minuto y Rafa volvió a parar el partido porque el Melilla, en 60 segundos, anotó cinco puntos.

Con 43-57, el Melilla cogió su máxima renta en el marcador. Juanma Ruiz cogió el testigo de Fergerson en los tiros de tres y sus lanzamientos hicieron mucho daño.

Sanz decide entonces colocar en cancha a Francis y Carroll en busca de anotar desde fuera y un Boccia que sería importante en la reacción del equipo, pero ni con esas el Tenerife Rural lograba rebajar las diferencias. La defensa, alternando la individual con la zona, estuvo mejor, pero faltaba mayor aportación ofensiva.

En los últimos minutos de este tercer cuarto apareció el Tenerife del primer cuarto y llegaron a colocarse en un 64-70 que daba, por lo menos, esperanzas para el cuarto final.

Y fue así. El partido tuvo un cuarto final muy intenso. Carroll empezó a ver canasta con facilidad y anotó once puntos en este cuarto, pero los visitantes estaban acertados. Fergerson cortó la racha del Tenerife con un triple (71-80), Carroll puso el 74-80, pero Ruiz anotó para situar a su equipo con un 74-83).

En los últimos cinco minutos se vio de nuevo a un gran Tenerife. Se colocó a un punto (84-85), pero las ansias por situarse por delante en el marcador lo condenaron a perder. El Melilla jugó mejor esos instantes finales y Víctor, con dos canastas finales, dio la ventaja definitiva para que la victoria se la quedara su equipo.

Tenerife Rural 84 :(32+11+21+20). Edu Sánchez (6), Julio González (9), Francis Sánchez (21), Hamilton (15), Kiril Wachsmann (5) -inicial-, Adrian Boccia (13), Carroll (11), Maraker (2), Antelo (-) e Iván Rodríguez (2).

Melilla 95 :(24+26+22+23). Ciorciari (13), Fergerson (16), Víctor (17), Keith Waleskowski (16), Caio Torres (8) -inicial-, Huertas (3), Southall (2), Juanma Ruiz (17), Nacho Romero (-) y Óscar González (3).

Lakers se alejan de la mejor marca

No pudo ser peor la jornada para Los Ángeles Lakers que primero vieron como los Cavaliers de Cleveland lograban una importante victoria ante los Sixers de Filadelfia y luego no pudieron superar a los Trail Blazers de Portland, que los derrotaron 106-98, en su campo del Rose Garden.

Antes los Lakers también habían recibido la mala noticia de que su entrenador Phil Jackson no pudo viajar con el equipo al sufrir fuertes dolores en la parte baja de la pierna derecha.

Los Lakers, en los últimos dos minutos, sin la inspiración de su estrella Kobe Bryant, que falló dos intentos de triples, vieron como los Trail Blazers con mejor juego de conjunto ganaban por 106-98 para dejarlos a un juego y medio de los Cavaliers en la lucha por la mejor marca de la liga cuando les faltan tres partidos por disputar.

Desde que los Lakers consiguieron, con dos tiros de personal de Bryant, un parcial de 99-98, cuando faltaban 3:01 minutos para concluir el partido, luego fueron incapaces de volver a anotar, sin que nadie en su ataque rompiese la sequía encestadora, que les iba a costar la derrota, y tal vez quedarse sin la mejor marca de la liga.

En ese periodo de tiempo los Lakers dieron la imagen de un equipo que no acertaba con nada y Bryant no sólo no acertaba en los tiros sino que también perdió un balón ante el marcaje de LaMarcus Aldridge que iba a hacerle mucho daño al equipo.

La recuperación del balón y la posesión de los Trail Blazers permitió al escolta español Rudy Fernández a forzar la personal y anotar el segundo tiro libre para un parcial de 103-98 que iba a ser definitivo con 26 segundos por jugarse.

A pesar que Bryant consiguió ser de nuevo el máximo encestador del partido con 32 puntos, sólo anotó 9 de 24 tiros de campo, incluidos 3 de 6 triples, y 11 de 12 desde la línea de personal.

Mientra que el español Pau Gasol, que le ha vuelto al puesto de alero para dejar a Andrew Bynum en el de pívot, esta vez no fue factor en el ataque de los Lakers, al quedarse con sólo 12 puntos (6 de 9 tiros de campo) y cuatro rebotes en 36 minutos de acción.

Tampoco dominaron los Lakers el juego bajo los aros al capturar 39 rebotes por 44 de los Trail Blazers y el base Steve Blake fue siempre superior a Derek Fisher, que comienza a demostrar que cuando no consigue los triples milagrosos es uno de los bases más corrientes que hay en la NBA.

Ante este panorama, los Lakers se mantuvieron en el partido hasta los tres últimos minutos, cuando les llegó el bloqueo encestador y Bryant tampoco encontró su inspiración ni genialidades para evitar un resultado adverso que les hace mucho daño.

Mientras que los Trail Blazers confirmaron que son un equipo serio, con aspiraciones y que el escolta Brandon Roy, es su líder indiscutible y una garantía en cada partido después de anotar 24 puntos con ocho asistencias y encabezar una lista de seis jugadores que tuvieron dobles-dígitos.

Entre ellos Fernández, que hizo una gran aportación de 15 puntos, el mejor reserva, después de anotar 5 de 8 tiros de campo, incluidos 2 de 4 triples, y 3-4 desde la línea de personal y capturó cinco rebotes, uno más que Gasol, en los 25 minutos que jugó.

El base canario Sergio Rodríguez recibió sólo 11 minutos de acción, pero cumplió con cuatro asistencias y dos puntos (1-3 de tiros de campo, incluido dos intentos de triples) y capturó un rebote.

Aldridge y Blake aportaron 16 puntos cada uno, mientras que Travis Outlaw y el pívot novato Greg Oden lograron 10 tantos para completar la lista de los seis que tuvieron dobles-dígitos.

Mientras que el pívot Joel Przybilla volvió a ser una fuerza imparable bajo los aros al conseguir 13 rebotes con dos tapones y ser de nuevo factor ganador para el equipo de Portland.

Sólo el alero Lamar Odom, que logró 17 puntos y 10 rebotes para los Lakers, fue el que pudo competir con Przybilla bajo los aros, porque Bynum se quedó con sólo seis y 13 tantos (6 de 13 tiros de campo).

La victoria fue la octava consecutiva que tuvieron los Trail Blazers (51-28) sobre los Lakers en el Rose Garden para seguir cuartos en la Conferencia Oeste, que les da la ventaja de campo en la primera ronda de la fase final.

El entrenador asistente Kurt Rambis ocupó el puesto de Jackson, de 63 años, que espera reincorporarse con el equipo mañana, sábado, para los entrenamientos y no perderse más partidos en lo que resta de la temporada regular.

De acuerdo al parte médico ofrecido por los Lakers, Jackson sufre de inflamación y dolor en la parte baja de la pierna derecha, producidos por una fascitis plantar.

Portland Trail Blazers 106 : Roy (24), Blake (16), Przybilla (8), Aldridge (16), Batum (5) -cinco inicial-, Fernández (15), Oden (10), Outlaw (10) y Rodríguez (2).

Los Ángeles Lakers 98 : Bryant (32), Fisher (2), Bynum (13), Gasol (12), Ariza (4) -cinco inicial-, Odom (17), Walton (3), Brown (10), Vujacic (5) y Farmar (-).

¡Sí, sí, sí, nos vamos a Berlín!

El Regal Barcelona se sacudió definitivamente todos sus complejos ante el Tau Cerámica, al que derrotó en el quinto y definitivo partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga (78-62) a partir de un excelente sistema defensivo y gracias al talento de su plantilla, dirigida por su jugador franquicia, Juan Carlos Navarro.

Arropado por el calor del Palau Blaugrana, el Barcelona ganó con autoridad a su viejo enemigo y se clasificó para la 'final entre cuatro' (Final Four) de Berlín. Le puso más fe y más talento que el Tau, que había comenzado la serie como gran favorito y la cerró resignado a la derrota.

El perímetro marcó las primeras diferencias. Al cierre del primer cuarto, el Barcelona había anotado cinco triples (tres de Navarro, Ilyasova y Lakovic). El Tau, ninguno.

Frente a la muñeca de Navarro, faro del Barça en el primer cuarto, el Tau se agarró a Splitter. El brasileño, muy por debajo de sus posibilidades a lo largo de toda la serie, recuperó sensaciones en el Palau y sostuvo a su equipo frente al arreón inicial del Barça. También durante el resto del partido. Fue el máximo anotador del Tau con 19 puntos. Ganó su duelo con Santiago, pero el Tau fue un desierto más allá del brasileño.

El conjunto catalán, en cambio, encontró un salvavidas en todo momento. Primero, Navarro, decisivo a la hora de marcar las primeras diferencias en el juego exterior. Después apareció Andersen. Y al final, Ilyasova. Entre líneas, como director de orquesta, un gran Lakovic, autor de 16 puntos.

La entrada de Sergi Vidal, autor del primer triple de su equipo, apretó el marcador (26-20, min. 12). Pero el Tau se quedó clavado. Sólo Splitter estuvo a la altura. Inmóvil en los 20 puntos, el equipo de Ivanovic no explotó su perímetro ni se impuso en la pintura.

Andersen, protagonista en el tercer cuarto

Aunque el juego interior del Barcelona se cargó de faltas en el tercer cuarto (cuatro de Vázquez y tres de Santiago), el equipo local no sufrió por el resultado. Navarro, tocado por sus problemas físicos, pasó a un segundo plano. El protagonismo fue para David Andersen, sostén de su equipo con cuatro puntos consecutivos en un momento clave del partido (55-44, min. 27), cuando el Tau desperdició su última oportunidad de poner en apuros al Barça.

En el último suspiro del tercer periodo, Ilyasova anotó un triple agónico que disparó al Barcelona hacia su máxima ventaja (58-44, min. 30), 14 puntos de margen que le permitieron respirar aliviado. Fue la sentencia definitiva.

Ya contra las cuerdas y sin margen de error, el equipo vitoriano bajó los brazos en el último cuartoy el Barcelona se escapó definitivamente (68-49, min. 33).

De esta forma, el CSKA de Moscú esperará al Barcelona en Berlín. Será el único equipo español que estará en la Euroliga.

Regal FC Barcelona 78 (23+17+18+20): Basile (-), Lakovic (16), Navarro (19), Ilyasova (19), Santiago (2) – cinco inicial – Barton (4), Andersen (7), Vázquez (9), Sada (-), Grimau (2)

TAU Cerámica 62 (15+15+14+18): Prigioni (6), Rakocevic (10), San Emeterio (-), Splitter (19), McDonald (2) – cinco inicial – Ilievski (-), Vidal (6), Teletovic (5), Mickeal (14)

Victoria 60

Los Lakers, de vuelta en el Staples Center, donde no jugaban desde el 19 de marzo, consiguieron su victoria número 60 de la temporada, por primera vez desde el año 2000, al batir a los Rockets de Houston por 93-81, gracias a un Pau Gasol que fue de menos a más.

El ala-pívot español aportó 23 puntos y 10 rebotes, mientras Kobe Bryant se quedó esta vez por debajo, con 20 puntos y siete asistencias. Por Houston, el mejor fue Ron Artest, con 21 puntos y nueve rebotes.

Esta victoria, unida a la derrota hoy de los Cavaliers frente a los Magic en Orlando, deja en un puño la lucha entre los Lakers (60-16) y el equipo de Cleveland (61-15) por el mejor registro de la Liga, que les daría ventaja de campo en una hipotética final.


Los Ángeles Lakers 93 (20+24+23+26): Fisher (15), Bryant (20), Ariza (5), Odom (9), Gasol (23) -cinco inicial-, Walton (2), Vujacic (2), Powell (6), Farmar (3) y Mbenga (8)

Houston Rockets 81 (21+23+18+19): Brooks (3), Artest (21), Battier (14), Scola (16), Ming (16) -cinco inicial-, Von Wafer (7), Lowry (2), Hayes (-), White (-) y Barry (2).

Paseo militar

El Barcelona bordó una nueva obra de arte esta temporada al fulminar al Bayern de Múnich en el Camp Nou por 4-0, al que infligió un severo correctivo en juego y goles, todos ellos en la primera parte.

Otra gran noche de un Barça pletórico, con Lionel Messi bigoleador y nuevamente ejerciendo de comandante de un ataque azulgrana demoledor, que en el primer tiempo avergonzó a su rival, contra el que desplegó su mejor versión.

El Bayern viajó a Barcelona aún conmocionado por el 5-1 que encajó contra el Wolfsburgo, y no las tenía todas porque alineó una defensa de circunstancias. Para prevenir males mayores, Jürgen Klinsmann ordenó una presión para ahogar al Barcelona en todo el campo y subir su defensa a unos treinta y cinco metros de su línea de gol.

Con estos márgenes para mover el balón, y frente a la avalancha de jugadores del Bayern que se echaban encima de todos los balones, el Barcelona vivió unos instantes de agobio, pero rápidamente vio que la presión en la zona de construcción dejaría de ser efectiva en el momento en que la temible ofensiva, con Henry, Eto'o y Messi, se pusieran las pilas.

Y así empezó a ser en el minuto 6, cuando Henry rompió la débil defensa en línea del Bayern, regateó al meta Hans Jörg Butt y conectó un suave disparo que dio tiempo a Dimechelis a sacar el balón en la línea de gol.

Volvió a la carga el Barça en el minuto 9 para abrir el marcador (1-0), en una acción de Messi que batió por bajo y ajustado al palo, tras un gran pase de Eto'o.

Empezaba el festival. Nuevamente los dos protagonistas del anterior gol, pero con los papeles cambiados; Messi envió un balón al camerunés, que lo recibió en línea, y batió al Bayern (2-0).

Fue tal la avalancha del Barça, en ímpetu, robos de balón y fuerza que el Bayern no sabía por dónde le aparecía el juego vertical de un Barça que no especuló en ningún momento, hasta que el partido sufrió un parón motivado por una acción en la que Messi cayó al suelo y el colegiado entendió que se había tirado y no señaló penalty.

Messi vio la amarilla ante el desespero del jugador y el griterío del Camp Nou, y continuó con un Josep Guardiola protestón en la banda que no entendía cómo habían amonestado a un jugador que no tiene por costumbre tirarse en el área. Ante la insistencia de Guardiola, que se encaró con el cuarto árbitro, el colegiado inglés le acabó expulsando en el 17'.

Todo un jarro de agua fría porque la acción parecía condenar la inercia del Barça, aunque el equipo catalán supo sobreponerse con acierto. Volvió a mandar en el partido, en todas las líneas y movió a su rival como quiso.

Fue en el tramo final del primer tiempo cuando al Bayern se le vino encima otro vendaval. En el minuto 38, y después de un disparo alto de Eto'o, Henry probó una nueva internada por la banda y en el pase de la muerte encontró a Messi, que se lanzó al suelo para marcar el tercer gol (3-0).

A pocos minutos para la conclusión del primer periodo, el ex barcelonista Van Bommel, ahora capitán del Bayern, interceptó de un codazo a Messi (no vio la amarilla), el balón cayó en los pies de Henry y éste batió nuevamente a Butt (4-0). El francés celebró el gol en solitario porque todos sus compañeros fueron a buscar a Van Bommel y a protestar al árbitro.

La única acción de mérito del Bayern la protagonizó Ribéry, quien en el 44 aprovechó una pared para plantarse en el área grande de Valdés, pero cruzó mucho el balón.

El arranque del Bayern en el segundo tiempo tuvo un nuevo tono, al avanzar posiciones con el propósito de ganar presencia en ataque. Pero enseguida el equipo bávaro temió encajar una goleada aún mayor.

Barcelona 4 Valdés; Alves, Piqué, Márquez, Puyol; Xavi, Touré (Sergio Busquets, min. 81), Iniesta; Messi, Eto'o (Bojan, min. 90) y Henry (Keita, min. 74).

Bayern Múnich 0 Butt; Oddo, Demichelis, Breno, Lell; Altintop (Ottl, min. 46), Van Bommel, Zé Roberto (Sosa, min. 77); Schweinsteiger, Ribery; y Toni.

ÁrbitroHoward Webb (Inglaterra). Mostró amarilla a Messi, Lell, Demichelis y Márquez.

Goles1-0, min. 9: Messi.

2-0, min. 13: Eto'o.

3-0, min. 38: Messi.

4-0, min. 42: Henry.

Derrota muy dura

El Melilla se llevó el triunfo del pabellón Santiago Martín en un partido en el que el Tenerife Rural no pudo aguantar el ritmo impuesto por la escuadra norteafricana que es tuvo un escalón por encima del conjunto blanquiazul.
El comizno del duelo, sin embargo, no hacía presagiar la debacle blanquiazul. Al contrario. A golpe de triple el Tenerife Rural empezó cómodo, flojo en defensa, permitiendo demasiadas canastas fáciles, pero más que efectivo en ataque. Sanz dio con las teclas necesarias para que sus jugadores tuvieran la confianza de atacar una y otra vez el aro de un Melilla incapaz de frenar semejante arsenal ofensivo. Empezó Edu y le acompañó Francis. A estos los secundó un Hamilton que, pese a no estar al cien por cien, su setenta por ciento le basta para darle otra cara y otro nivel al cuadro blanquiazul.
Sin embargo, el Tenerife recibía casi el mismo daño que causaba y en el cuerpo a cuerpo se fue debilitando. El Melilla, con canastas conseguidas a base de talento, de resolver en uno contra uno y de acierto exterior, no dejó escapar a los locales y en el segundo cuarto los sometió a su disciplina defensiva.

la segunda unidad blanquiazul fracasó por completo. Antelo no ofreció minutos de calidad y no frenó a un letal Waleskowski. Carroll falló los cuatro tiros a canasta que realizó y perdió de vista muchas veces a Ruiz. El Melilla ni siquiera lamentó la tercera falta de Southall. Todo se tradujo en un parcial de 2-17 (34-39) que puso contra las cuerdas a los locales pese a sus esfuerzos por no perder comba respecto al sólido equipo norteafricano.
Los 12 puntos de Keith Waleskowski en el segundo parcial castigaron todos y cada uno de los errores cometidos por el cuadro blanquiazul que no conseguía ajustar su defensa para evitar el carrusel de canastas fáciles del grupo de Paco Olmos y un triple sobre la bocina de Ruiz, tras jugada de pizarra, encendía las alarmas al descanso (43-50).
Como había sido poco castigo, el Tenerife volvió a las andadas al inicio del tercer cuarto y encajó otro castigo mental en forma de parcial, esta vez de 0-7. Nadie se acordaba del gran nivel ofensivo de los blanquiazules en el primer cuarto. Ni siquiera el Melilla, que bajo la dictadura de Diego Ciorciari gobernó a placer sobre el parqué. Julio González y Hamilton trataron de liderar una revolución a la que se sumó Francis Sánchez, otra vez el único que parecía capacitado para variar el curso de un partido que se iba (56-70).
Entonces llegaron unos minutos muy intensos de Boccia y Carroll, que por fin encontró el camino hacia el aro. Parecía que el Tenerife iba a repetir el guión de partidos como el que sirvió para romper la imbatibilidad liguera de aquel intratable Alicante, ahora venido a menos. Ciorciari, sencillamente genial, volvió a anotar sobre la bocina para cerrar el tercer episodio (64-72).
El Melilla volvió a castigar la salida en frío del Tenerife y empezó a aplicar un baloncesto más controlado para gestionar sus posesiones. Carroll y Boccia respondieron con casta... y con canastas. El Tenerife Rural fue remontando punto a punto. Sudando cada canasta y sufriendo cada defensa para demostrar que este equipo tiene alma, tiene garra, tiene orgullo.
Lo que no tuvo fue fuelle. Justo cuando se puso a tiro de piedra del Melilla (84-85, 38´) el cansancio paralizó física y mentalmente a los locales. A Cuthbert Victor no le fallaron las fuerzas y con cinco puntos seguidos sentenció el triunfo del Melilla.

Tenerife Rural 84 (32+11+21+20). Edu Sánchez (6), Julio González (9), Francis Sánchez (21), Hamilton (15), Kiril Wachsmann (5) -inicial-, Adrian Boccia (13), Carroll (11), Maraker (2), Antelo (-) e Iván Rodríguez (2).

Melilla 95 (24+26+22+23). Ciorciari (13), Fergerson (16), Víctor (17), Keith Waleskowski (16), Caio Torres (8) -inicial-, Huertas (3), Southall (2), Juanma Ruiz (17), Nacho Romero (-) y Óscar González (3).