Las últimas pobres actuaciones de Kobe Bryant, en especial la última ante los Warriors (ante los que firmó un nefasto 1/14 en tiros en una de las peores actuaciones de su formidable carrera), han reabierto el debate: ¿Debería ver reducido su tiempo de juego?En los 11 partidos en los que ha participado este curso, el escolta promedia 30,5 minutos sobre el parqué. Una cifra lejana a los 39,1 de James Harden (líder de la Liga en este apartado), pero que a sus 37 años le hace ser el segundo jugador de los Lakers con mayor presencia en cancha: sólo le supera Jordan Clarkson, y por los pelos (30,8). Hay quien dice que en su vigésima temporada en la NBA (y probablemente la última), Kobe mejoraría sus prestaciones, es el peor tirador en los últimos 64 años, con un rol menos protagonista.
Sin embargo, cuenta con el respaldo de Byron Scott. El cuestionado técnico descarta reducir los minutos del '24'. "No me he planteado recortar su papel. Creo que su rol está bastante bien definido para nosotros por el momento. Así como sus minutos", explica. "En mi opinión y viéndole jugar, no lo veo así", prosigue el coach al ser preguntado sobre la posibilidad de que tanta carga de juego en un jugador con tanto desgaste sea la causa por la que no está rindiendo como antaño.
"Conozco su mentalidad. Siente que todavía puede jugar en esta Liga. Y lo mismo creemos nosotros", concluye Scott. Ya lo ven, por ahora, 'The Black Mamba' continuará acumulando minutos. Así tendrá una oportunidad mayor para encontrar una redención sobre el parqué antes de su adiós. O quizá acaba cavando su tumba antes de lo esperado... En sus manos está.
El Barça Lassa certificó a lo grande su clasificación para el Top 16 de la Euroliga. Los jugadores de Xavi Pascual acabaron pasando por encima del Stelmet Zielona Gora pulverizando dos plusmarcas de equipo en la máxima competición europea. Por un lado lograron un nuevo tope de triples (17) superando los 16 que habían firmado el 12 de febrero de 2015 ante el Galatasaray.
El otro récord particular superado fue el de asistencias con 28, una más que las repartidas el 21 de marzo de 2013 ante el Laboral Kutxa en un encuentro del Top 16. Además, Xavi Pascual sumó su victoria 150 en la máxima competición europea en 190 partidos. Tres datos estadísticos superlativos sobre los que se basó el incuestionable triunfo barcelonista de este jueves en cancha polaca.
Al Barça Lassa le costó, no obstante, un tanto adaptarse a la propuesta de partido del Stelmet, colista del grupo, un conjunto duró atrás y que en ataque juega muy abierto buscando bien el dos contra dos en las penetraciones o doblar balones para triples francos.Una manera de jugar ante la que un Barça Lassa, sin la suficiente solidez atrás en el tramo inicial, necesitó ir elevando sus prestaciones para imponer la lógica..
De hecho, el Stelmet Zielona Gora plantó cara los diez primeros minutos (11-11 y 18-24 al final del período) y no fue hasta el segundo cuando el Barça Lassa, intensificando sus prestaciones atrás e iniciando su festival de triples, fue abriendo brecha en el luminoso, cuya máxima expresión se refejó en un +11 (31-42).para un 35-44 en el descanso.
UN CICLÓN TRAS EL DESCANSO
Tras el paso por los vestuarios, el Barça Lassa salió como un ciclón. Cerró todas las vías de pase atrás, dominó el rebote y en ataque movió el balón con una velocidad extra, jugó con equilibrio y anduvo tocado por una varita mágica desde más allá de los 6.75 metros.Y en este contexto el encuentro quedó liquidado en un visto y no visto. En poco más de cinco minutos. Los que transcurrieron de un 42-47 a un 44-62. Lo que es lo mismo, un parcial de 2-15. El Stelmet Zielona Gora no supo como frenar el vendaval ofensivo del conjunto de Xavi Pascual que se plasmó en un auténtico vendaval de triples.
El 50-69 del final del cuarto dejaba finiquitado el encuentro. Los últimos diez minutos siguieron siendo un monólogo del Barça Lassa que certificó su nuevo tope en triples en la Euroliga, con un lanzamiento de Vezenkov a 2'33" para el final del encuentro.
Más que nunca, los datos numéricos explican lo que sucedió en Polonia. Porque esos 17 triples anotados, el Barça Lassa los transformó con un 65% de acierto. Brutal. Ahí quedan también esas 28 asistencias (Pau Ribas repartió siete de ellas). y los 128 puntos de valoración final por 59 de su rival. Otro dato. Once de los doce jugadores utilizados por Xavi Pascual acabaron anotando algún punto (sólo Eriksson se quedó en blanco). Y cinco de ellos (Abrines, Vezenkov, Arroyo, Satoransky y Tomic) acabaron con diez o más puntos en su haber.
En esta cascada de datos positivos que deparó este choque en tierras polacas un único 'pero' a mejorar de cara a próximos encuentros por parte barcelonista: los tiros libres.Y es que los jugadores del Barça Lassa fallaron siete de los quince que lanzaron.
Ese lunar, no obstante, no puede obviar el despliegue de poderío ofensivo que ofreció el conjunto barcelonista que, tras conseguir su billete de manera matemática para el Top 16, tiene ahora como gran objetivo certificar el liderato final de grupo.
Kobe Bryant tiene 37 años y, literalmente, ya no está para muchos trotes. Esa es la realidad para uno de los mejores jugadores de la historia, que termina contrato en el equipo de su vida (20 años con la camiseta de los Lakers) y cada vez disimula menos que esta será su última temporada. El físico no aguanta tras una carrera titánica y unos últimos años marcados por las lesiones.
Kobe sigue jugando más de 30 minutos por noche (31,1) y desde luego acapara demasiados tiros, muchos de ellos en ataques con poca circulación y mala selección final. Es decir: Kobe sí está haciendo ahora (o la temporada pasada antes de lesionarse) lo que antes se le acusaba de hacer no siempre con justicia. Lanza 16,6 tiros por noche, una barbaridad que le sitúa en el top 20 de la NBA. Pero de esos tiros saca apenas 16,3 puntos. De los que miran a canasta más que él, sólo Reggie Jackson está por debajo de los 20 puntos de media (19,4 con 16,7 tiros). Al frente, claro, Stephen Curry: el que más tira (21,1) pero también el que más anota (32,7).
Así que es obvio: Kobe debería lanzar menos y lanzar mejor (ahora mismo está en el 33%). Sobre todo de tres: 7 triples por noche de los que convierte 1,4 (20%). Sólo Stephen Curry (43%), James Harden (27), Eric Gordon (35) y Damian Lillard (35) tiran más… y como puede verse todos mejor, incluido este cuestionable Harden de principio de temporada. La aberración del 24 de los Lakers desde la línea de tres incluye un 0/10 en sus dos últimos partidos, un 1/14 en los tres últimos… y antes, del 1/8 ante los Kings al 2/10 en el Madison, ante los Knicks. Kobe es además el segundo jugador que más tira en su equipo: 166 tiros por los 169 de un Jordan Clarkson… que ha jugado tres partidos más que él. Incluso si se sustraen los malditos triples de su estadística, el resultado es un 42% para un jugador que sólo ha estado dos veces por debajo del 45% en tiros de dos en toda su carrera: su año rookie y la pasada campaña 2014-15. Los números hablan por sí solos. Esta es la hoja de tiro completa de la Mamba Negra en lo que va de temporada:
Así que sólo quedaba una última cuestión: ¿cómo de extraño es que jugador lance más de 16 tiros por partido y no supere el 33% de efectividad? Y la respuesta es peor que casi cualquier previsión: es una absoluta rareza histórica, una aberración que no tiene parangón en el baloncesto moderno. De hecho no hay ningún caso en los últimos 64 años. Y si se miden todas las temporadas de la NBA (BAA incluida) desde 1946, los jugadores que aparecen en números similares, y cuando se cruzan esas variantes, jugaban en los años 40 o los primeros 50. El último caso, hasta la actual y todavía menor muestra de Kobe, era Joe Fulks, que en la temporada 1951-52 (con 30 años y la camiseta de Philadelphia Warriors con la que fue dos veces campeón, aquella campaña incluida) lanzaba en un 31% (no había línea de tres por entonces) con un total de 17,7 tiros por partido. De los seis datos que siguen a Kobe, cuatro corresponden al propio Fulks y los otros dos a Frankie Brain, que jugó en Anderson Packers, Tri-Cities Blackhawks y Fort Wayne Pistons.
Después de ganar a Clippers y Bulls y evitar sorpresas en el habitualmente complicado paso por Denver, el partido del récord sonaba a trámite: los depauperados Lakers (2-12 ya) en el Oracle. Lo fue porque lo tenía que ser. No había forma de imaginar otro escenario ni condimentándolo con toda la historia de milagros épicos y decepciones imposibles de la historia del deporte. Los Warriors iban a ganar este partido y los Lakers lo iban a perder y no iba ni a sobrevolar otro escenario posible. Y así fue. Y desde luego había algo simbólico en que precisamente los Lakers fueran zarandeados por estos Warriors en una noche así. Como un testigo entregado.Sois hoy lo que nosotros fuimos ayer, enhorabuena. El partido en sí duró, unos cuatro minutos. A partir de ahí un 8-7 se convirtió, visto y no visto, en un 25-7. Al final del cuarto, 30-11 con diez asistencias (para once canastas totales) de los Warriors por ninguna de los Lakers. Los locales llevaban seis triples, los visitantes cinco canastas. Con Draymond Green como absoluto maestro de ceremonias, la barrida incluía un tiro liberado en cada ataque, un gritito colectivo de admiración desde la grada en cada circulación de balón.
Los Lakers sólo se dieron una capa de maquillaje entre el segundo cuarto y el arranque del tercero, con los Warriors en ritmo de entrenamiento y Curry casi aburrido, con la mente en otra parte. De repente, al base le apeteció jugar y un 58-44 se convirtió en un 97-59 ya en el inicio del último parcial y con la bandera blanca desplegada. Tregua definitiva. En ese tercer cuarto (35-17) Curry anotó 14 de sus 24 puntos y repartió 4 de sus 9 asistencias. Apenas jugó 30 minutos. Como Green, que dio otro de sus ya habituales recitales a menos de tres meses de jugar su primer All Star. 18 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias. Vuelvo a Curry: ha igualado la segunda mejor marca de partidos consecutivos anotando al menos un triple (los 89 de Dana Barros). Al fondo, los 127 de Kyle Korver. Ha metido ya 78, récord absoluto en los primeros 16 partidos de una temporada (lo tenía Baron Davis desde 2003 con… 61). El ya destacadísimo aspirante a repetir MVP, y sin tanto debate ni con Harden ni con nadie, promedia 4,8 triples por noche. Por lo que está en ritmo de acercarse a los 400 en la temporada. La pasada, recuerdo, dejó su propio récord en 286. Es sencillo: todo en estos Warriors da vértigo, así que conviene verles jugar y no pensar demasiado. Sólo verles. Y sonreír.
¿Y los Lakers? Este es día de hablar de los Warriors, no de su telonero. Fueron, con Byron Scott ensayando sus inocuas poses de tipo duro, lo mismo de toda la temporada sólo que esta vez ante un equipo superior a todos los que les han ganado hasta ahora. Sin dureza ni cohesión defensiva, sin continuidad ofensiva. Con, eso sí, buenas sensaciones de Randle y un progresivo pero prometedor crecimiento de Russell, que jugó, entre restos de naufragio, un buen primer tiempo. Ellos son el futuro de la franquicia. Kobe Bryant es ya pasado. Glorioso, inolvidable y eterno. Pero pasado. esta vez 1/14 en tiros con un 1/7 en triples para 4 puntos. En una temporada en la que no apetece verle jugar, no así, y en la que está tirando peor, por volumen y porcentajes, que cualquier jugador en más de 60 años. Con él se está yendo, se ha ido ya, una época. Y, siempre es así, ha empezado otra: la de los Warriors de Stephen Curry, del primer 16-0 de la historia y de muchas más cosas maravillosas que están por venir. Seguro: hay que verles jugar. Cada noche.
El Barcelona resolvió sin ningún tipo de problemas su compromiso contra el Roma, al que goleó con comodidad (6-1), y obtuvo el premio que buscaba, entrar primero de grupo en los octavos de final, aunque aún le queda por disputar un partido, frente al Bayer Leverkusen.
Messi en dos ocasiones, como también Luis Suárez, y sendos goles de Piqué y Adriano resolvieron un partido sin mucha exigencia ante un rival que arriesgó mucho en defensa, acabó goleado, pero que afrontará el último encuentro, contra el Bate, con todas las opciones de estar en octavos como segundo.
Fácil partido para un Barcelona que ya desde el arranque se encontró a un rival que, si bien su técnico había dicho en la previa que no saldría derrotado, lo pareció por cómo afrontó el encuentro.
Con una defensa muy adelanta y con las líneas juntas, el Roma pretendió reducir espacios pero sin contar que los balones al espacio iban a ser letales.
Además, el Barcelona se encontró con todas las comodidades para fabricar jugadas sin que el rival le sometiese a una presión asfixiante. Así, solo tuvo que esperar a que algún balón largo lo atrapase alguno de los miembros del tridente para poner en marcha el marcador.
La comodidad con la que jugó el Barcelona le llevó a tener claras opciones de marcar desde los primeros minutos.
El Barça remató al rival en el minuto 18, cuando, en una pared entre Suárez y Messi, el argentino picó el balón por encima del meta polaco para convertir el segundo tanto (2-0).
Sin noticias del Roma en ataque ni en la creación, y menos aún en el robo y presión al Barça, el equipo azulgrana se paseó.
Ficha Tecnica:
Barcelona 6: Ter Stegen; Dani Alves, Piqué (Bartra, 56'), Vermaelen, Jordi Alba; Rakitic, Busquets (Samper, 46'), Sergi Roberto (Adriano, 64'); Messi, Suárez y Neymar Jr.
Roma 1: Szczesny; Maicon, Manolas, Rudiger, Digne; Pjanic (Uçan, 75'), Keita, Nainggolan (Iturbe, 46'); Florenzi (Vainqueur, 58'), Falque; y Dzeko.
Los Lakers perdieron. Ya ni es noticia que no sea noticia. Esta vez ante Toronto Raptors (91-102), un equipo evidentemente mucho más armado y evidentemente con otras aspiraciones. Un equipo muy duro de roer que se llevó el partido en un tramo impecable de poco más de diez minutos: del 63-56 mediado el tercer cuarto al 75-91 antes del ecuador del último. Un 12-35 a base de la energía de Cory Joseph y del reguero de triples que los Lakers conceden a casi todos sus rivales: esta vez 15/33, un 45% que nutrió especialmente a Kyle Lowry (7/11 para 25 puntos), el mejor de su equipo durante el primer tiempo. Al final, y después de un empujón de orgullo laker (hasta el 87-93), sentenció un DeRozan que había pasado de puntillas por el Staples pero que anotó 7 de los últimos 9 puntos de su equipo (18 totales), que queda en 8-6 dentro de ese baile que hay en un Este muy competitivo en zona noble/media. La mala noticia,la lesión en la mano de Valanciunas, una fractura pendiente de pruebas que determinan su gravedad exacta.
Los Lakers, por su parte, están 2-10. No ganan pero progresan, que es de lo que se trata esta temporada. Byron Scott, uno de sus incontables pecados, mantuvo 37 minutos a Kobe Bryant en pista, saltándose las restricciones del inicio de curso. Kobe terminó con 10 puntos, 5 asistencias y un 0/5 en triples. Y, al menos, sí formó esta vez en quintetos que casi siempre incluían a la sangre nueva: D’Angelo Russell, Julius Randle y Jordan Clarkson. Que además estuvieron en pista, los tres juntos, en todas las rachas buenas de los angelinos. Clarkson anotó 13 puntos, Randle derrochó energía por toda la pista (18 puntos, 12 rebotes) y Russell jugó uno de sus mejores partidos. 17 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias. El número 2 del draft progresa lentamente. Pero progresa. Y Byron Scott defiende su teoría para educar a los jóvenes, la mano dura y aquello de que la letra con sangre entra: “Tengo que tratarle como a un hombre, tiene que aprender. A veces el proceso es duro pero les estoy enseñando a los jóvenes que uno de los lemas de la NBA es que no se admiten críos. Este es un juego de hombres. Le entiendo, sé lo joven que es. A veces le doy un abrazo y charlo con él, otras dejo que él solo vaya aprendiendo poco a poco…”.
Veremos. Kobe Bryant, por su parte, también dejó claro que ya no tiene mayor interés que ayudar a que vayan progresando esos jugadores que deberían ser el futuro de la franquicia. Esta vez tiró 13 veces, una nimiedad para él. Tres lanzamientos menos que Russell y los mismos que Clarkson: “Sólo intento de la forma más honesta posible ayudar a los jóvenes. Me sentía lo suficientemente bien físicamente como para haber intentado meter 25 puntos o algo así pero eso... ¿para qué iba a servir a estos chicos? Si queremos crecer y ganar partidos tenemos que crecer juntos, mejorar juntos, aprender a ocupar la pista y mover la bola… fíjate, estoy yo hablando de mover y pasar la bola, parece una broma. Parezco el típico crío que se va haciendo mayor e intenta hablar como sus padres. Si seguimos mirando las estadísticas individuales esto colapsará definitivamente. Tengo que asegurarme de que ejerzo de profesor, seguir hablando con mis compañeros, seguir empujándoles hacia delante”. Desde luego y al menos, suena bien.
A la séptima, el Barça Lassa (sin Navarro y con Vezenkov como descarte) encajó su primera derrota en la presente Liga Endesa. Un aguerrido Laboral Kutxa acabó con la buena racha azulgrana tras una prórroga donde los jugadores de Velimir Perasovic fueron mejores. Un imperial Darius Adams (24 puntos) marcó el camino de la victoria a su equipo.
Desde el salto inicial, el Laboral Kutxa dejó claro al Barça Lassa que tendría que ponerse el mono de trabajo hasta las últimas consecuencia si quería ganar el duelo. La consigna de Velimir Perasovic fue clara: defensa agresiva a límite para forzar malos tiros de los azulgrana y poner la quinta marcha en ataque con un juego dinámico para desequilibrar la defensa barcelonista,
Al FC Barcelona le costó acomodarse a este escenario. Tanto que tardaría cinco minutos en anotar su primera canasta tras parcial de 9-0 para los vitorianos de salida.Sin amenaza exterior (0 de 3 triples) a los de Xavi Pascual les costó dios y ayuda producir ante la cerrada defensa baskonista. Y atrás, Darius Adams (13 puntos en el primer cuarto) sería toda una pesadilla para Arroyo y Satoransky.
Xavi Pascual -que no había contado ni con Satoransky ni con Tomic en el quinteto inicial- tuvo que tirar de fondo de armario. Y el Barça Lassa, mejoró en el rebote, supo ir recomponiéndose en defensa y encontró más nombres propios para producir, es especial un Perperoglou que fue, de largo, el más clarividente de cara a la canasta contraria.
Y así, poco a poco se fue invirtiendo la dinámica del choque hasta que ya dentro del segundo cuarto, Abrines ponía por delante por primera vez al Barça Lassa (21-23). Fueron los mejores minutos de los azulgrana quienes, tras un parcial de 2-10, parecieron encarar el duelo (23-30). Pero faltó dar un paso más. Volvió la agresiva defensa vitoriana, se perdieron balones y el Laboral Kutxa lo aprovechó con un parcial de 9-2 para forzar la igualdad al descanso (52-52).
Tras el paso por los vestuarios y después de unos minutos de intercambio de canastas, el Laboral Kutxa volvió a irse hacia arriba. Porque a Adams se añadieron más jugadores para la causa: Causeur (16 puntos al final), Bourousis (11) y Tillie (14). Una mala noticia para los intereses del conjunto de Xavi Pascual.
A partir de aquí, el pulso vivió sin un dueño claro. A un golpe de autoridad del Laboral Kutxa (45-40) respondía el Barça Lassa (48-52). Los parciales se sucedían sin solución de continuidad augurando un desenlace a cara o cruz.
Ya dentro del último período, el Barça Lassa, con un par de buenas defensa y apariciones puntuales, volvió a reaccionar e igualó su máxima renta (56-63). Restaban poco más de seis minutos para el final. Pero el colectivo barcelonista no supo dar el golpe de gracia a su rival en el partido que ya era abiertamente una guerra de guerrillas.
Y el final de infarto estuvo servido. De hecho, el Barça Lassa tuvo la última posesión a 23" segundos (73-73). Arroyo apuró el tiempo dobló el balón a Perperoglou pero el lanzamiento triple del alero griego - el mejor del Barça junto a un Tomic que acabó desapareciendo de la rotación- no encontró su objetivo. La prórroga estaba servida.
Ahí, el Barça Lassa había quemado sus naves sus naves. Porque en los cinco minutos suplementarios, el Laboral Kutxa hizo suyo el encuentro. Un parcial de salida de 8-0 (81-73) marcó el principio del fin. Al final, el Barça Lassa acabaría encajando uno global de 14-6 que dictó la suerte de un partido en el que el Baskonia, globalmente, fue mejor en conceptos que resultaron capitales para el desenlace.
El CD Tenerife, envalentonado por su dos victorias consecutivas, sólo pudo empatar ante un Córdoba CF que, si bien continuará en los primeros puestos de la tabla, apenas demostró su condición ante un rival mucho más ambicioso.
La impetuosa salida al terreno de juego de los de Pep Luis Martí, le llevó en apenas quince minutos a elaborar hasta tres claras ocasiones de gol, todo lo contrario que el Córdoba, que pese a llegar también con suma facilidad al área rival fue incapaz de disparar a puerta con criterio alguno.
Omar, a los siete minutos fue el primer en tantear a Razac, pero el meta, en un ágil movimiento sacó el brazo y envió a córner el peligroso disparo, mientras que en otro gran gesto técnico y a bote pronto desvió un cabezazo de Germán que, prácticamente, ya se colaba en su marco.
Poco después, un córner lanzado desde la derecha por Suso permitió a Jorge elevarse sobre su marcador y cabecear al larguero cordobés.
De esta manera, los tinerfeños continuaron empecinados en decantar la balanza a su favor, pero ya en el resto de esta primera parte sólo pudieron disparar a puerta con auténtico criterio en una vez, concretamente al filo de la media hora por mediación de Omar, pero su disparo lo desvió a córner Razak.
Con esta manifiesta superioridad, al menos en la posesión del balón, concluyó la primera parte, para reanudarse el juego un cuarto de hora después con un Córdoba un poco más ambicioso, que en apenas tres minutos disparó a puerta más que en todo el primer periodo.
Primero fue Xisco el que tanteó a Dani con un disparo desde fuera del área, y dos minutos después lo hizo el rumano Florin Andone, pero en ambas ocasiones el meta tinerfeño atajó el balón sin problemas.
Xisco lo intentó en dos nuevas ocasiones al filo del minuto cincuenta y cinco, sirviendo ambas jugadas casi que de preludio al tanto cordobés, marcado por Florin en el minuto sesenta tras una gran galopada desde su campo, que tras encarar el área local batió a Dani con un disparo raso.
Este tanto afianzó sobre el terreno de juego al cuadro cordobés, aunque el tinerfeño continuó empecinado en la búsqueda del gol, pero este no llegó hasta el minuto ochenta y tres cuando Nano, en una franca posición desvió a gol un disparo de Martínez, tanto merecido por los méritos realizados por el cuadro insular.
Ficha técnica:
CD Tenerife 1: Dani Hernández; Cámara, Germán, Jorge, Aurtenetxe; Vitolo, Aitor Sanz, Ricardo (Nano, min. 72); Suso Santana, Omar (Jairo, min. 81) y Cristo González (Martínez, min. 56).
Córdoba CF 1: Razak; Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Cisma; Nando (Pineda, min, 78), Víctor Pérez (Markovic, min. 71), Luso, Fidel; Xisco (Gálvez, min. 83) y Florin Andone.
Goles:
0-1, min. 60: Florin, en jugada personal.
1-1, min. 83: Nano, tras desviar un disparo de Martínez.
Inmerecida derrota del Mensajero en Talavera de la Reina. El cuadro de Roberto Aguirre cayó en buena medida porque el colegiado así lo quiso, al regalar un penalti a los locales que supuso el definitivo 3-2. Los palmeros empezaron el partido metidos atrás. Despertó el Mensa, que se acercó al marco rival con un cabezazo de Omar tras un córner sacada por Yeray. Omar, minutos más tarde, lo volvía a intentar con un tiro desde la frontal que despejó el meta local. El cuadro de Aguirre se adelantó antes de la media hora con gol de Dani López, que peinó a la red en el primer palo tras un saque de esquina. Jaime, para asegurar, remachó a la red ya que el local Sergio Rodríguez había sacado a la desesperada. Los palmeros daban un paso adelante en su afán por lograr el primer triunfo fuera de casa. Pero no tardó en llegar el 1-1, al acertar Lucas con un cabezazo. El empate dio alas a los anfitriones. David Agudo hizo el 2-1 antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios el Mensajero se tomó las cosas con calma. La suerte sonrío a los mensajeristas, que anotaron el 2-2 cuando Yeray aprovechó un penalti cuando menos absurdo. Quizá en un ánimo de compensar, el colegiado, en la primera oportunidad que tuvo, señaló pena máxima en una acción de Moreno y Christian. Dicho penalti los transformó Christian. La entrada de Vianney en los visitantes, ausente desde hacía medio año por lesión, contribuyó a dar más brío a los visitantes. Un tiro de Yeray, que paró el meta local, fue el último intentó.
Acan
Ficha Tecnica:
Talavera 3: Bernabé, Óscar Prats, Dani Navarro, Sergio Rodríguez, Gustavo, Serio Durán, Pedro (Sánchez, 81'), Vicente, Christian Perales (Beltrán, 89'), David Aguado y Lucas (Rubén, 75').
El Iberostar Tenerife logró su segunda victoria consecutiva, segunda de la temporada y primera lejos de la Isla, en su visita a Fuenlabrada, en un encuentro donde los de Txus Vidorreta impusieron su ritmo desde el inicio, dominando el rebote (35 capturas por 22 del rival) y con un tiro exterior muy acertado (11/22, 50%).
Liderado por un fenomenal Blagota Sekulic (14 puntos, 7 rebotes y 31 de valoración en 28 minutos), el equipo aurinegro contó además con una buena aportación anotadora de Davin White (16 puntos, 4/4 en triples), Javier Beirán (13 puntos y 18 de valoración), Tim Abromaitis (15 puntos) y Nico Richotti (13).
Tanto el alero estadounidense como el escolta argentino finalizaron con tres triples de cuatro intentos. Asimismo, los debutantes Salva Arco y Joseph Jones contribuyeron con 2 y 6 puntos, respectivamente.
Resulta evidente que la victoria en el choque de rivalidad regional ante el Herbalife el domingo de la semana pasada ha contribuido a levantar la moral del grupo, que se ha ido entonando tras su mal inicio de campeonato. Este equipo va a más. Solo el paso de las semanas dirá cuál es el techo del nuevo Canarias, pero ahora se nota esa chispa, ese espíritu luchador que tanto ha caracterizado a este equipo a lo largo de la historia y que tan incómodo lo ha hecho para muchos rivales.
Volviendo a lo que fue el encuentro de este sábado, el conjunto lagunero marcó territorio desde el inicio, sacando una rápida ventaja tras un triple de Abromaitis (4-14). Los locales, precipitados, no conseguían meterse en el choque, mientras que el equipo insular conseguía estirar su renta con dos tiros libres de Davin White (9-20).
Ya en el segundo capítulo, los visitantes comenzaban a ceder en defensa, sobre todo ante Rolands Smits, que metía cinco puntos seguidos y levantaba a los aficionados locales (20-24).
Sin embargo, nuevo triple de Abromaitis y cesta de O'Leary para poner el 20-29, y nuevo arreón local, que poco a poco iba limando distancias. Así, con un palmeo sobre la bocina del descanso de Chema González, el Montakit Fuenlabrada se colocaba a un solo punto (39-40).
La paridad se mantuvo en el inicio del tercer cuarto, donde los naranjas alcanzaban empatar primero (46-46), triple de Ivan Paunic, e instantes después ponerse al frente del tanteador (51-50) tras un 2+1 de Álex Urtasun. Eran los peores momentos para el CB Canarias, sobre todo por la inspiración de Urtasun, que lograba encadenar 9 puntos seguidos.
No obstante, los de Txus Vidorreta tuvieron el temple necesario para no caer en precipitaciones y, recuperando las sensaciones del inicio, haciéndose fuerte en defensa, ganando el duelo reboteador y reencontrándose con los triples, volvieron a mandar en la pista. Entre medias, White anotaba un triplazo de casi ocho metros, mientras Nico Richotti, sobre la bocina del tercer cuarto, se sumaba a la fiesta desde el perímetro (63-72).
En el último período, el Iberostar Tenerife supo administrar su renta, manejando los tiempos del partido y golpeando oportunamente cuando el Fuenlabrada, a la desesperada, intentaba volver a meterse en el partido. Allí también el conjunto aurinegro demostró la frialdad y puntería necesarias desde el tiro libre, anotando en gran porcentaje ante las numerosas faltas del Fuenlabrada.
Consumada la segunda victoria, en la próxima jornada, el Iberostar Tenerife recibirá al ICL Manresa, otro rival directo.
Ficha Tecnica:
Fuenlabrada 85: Jonathan Tabu (11), Marko Popovic (11), Ivan Paunic (5), David Wear (4), Josip Sobin (10) -inicial-, Rolands Smits (6), Ricardo Úriz (6), Chema González (6), Ernest Scott (6), Oliver Stevic (1) y Álex Urtasun (19).
Iberostar Tenerife 94: Rodrigo San Miguel (7), Nico Richotti (13), Javier Beirán (13), Tim Abromaitis (15), Blagota Sekulic (14) -inicial-, Davin White (16), Will Hanley (1), Ian O'Leary (6), Mamadou Niang (1), Salva Arco (2) y Joseph Jones (6).
Foto:Thearon W. Henderson (AFP)
ZIELONA GORA
BARÇA LASSA
Laboral Kutxa
Barcelona Lassa
