El Barcelona ganó ayer con claridad y dio un recital de juego en San Mamés, donde impuso su ley después de quedar en superioridad numérica debido a la temprana expulsión de Fernando Amorebieta en el minuto 34 del choque.
El conjunto de Pep Guardiola aprovechó esa fase de juego con el Athletic en inferioridad para adelantarse con tantos de Keita y Xavi, ambos en la segunda mitad, en los minutos 54 y 73.
Luego, a cuatro minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, cuando fue expulsado David Villa, el Athletic encontró ánimo y un poco de aire con un tanto de Gabilondo en el minuto 89, pero Busquets acabó con las esperanzas locales cerrando el marcador en una contra en el 92.
De salida, Joaquín Caparrós apostó por el equipo que una semana antes tan buena imagen había dado en Gijón, en detrimento del que ganó el martes al Mallorca.
Athletic 1 :Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Aurtenetxe; Gurpegui, Orbaiz (Ocio, 46'), Javi Martínez, Gabilondo; Igor Martínez (De Marcos, 46') y Llorente (Iturraspe, 68').
Barcelona 3: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Adriano (Maxwell, 46'); Busquets, Keita, Xavi (Thiago, 81'); Pedro, Iniesta (Bojan, 81') y Villa.
Un gol de David Villa le alcanzó al Barcelona para despachar al Sporting de Gijón en un partido de ritmo espeso, incómodo para el conjunto de Guardiola, que no encontró su mejor versión, falto de la chispa y la velocidad que acredita en sus mejores días.
El Sporting, competitivo en defensa aunque inédito en ataque, no puso en demasiados apuros al Barcelona, circunstancia que permitió al equipo catalán anotarse una victoria que no pasará a la historia.
En ausencia de Messi, Guardiola retocó ligeramente su dibujo, con Iniesta por detrás de Villa y Bojan, dos delanteros puros a los que sin embargo les costó asociarse, mezclar y colarse entre la telaraña del rival.
No encontraba manera el Barça de filtrarse en el esquema del Sporting, un 4-4-2 clásico pero eficaz por la solidaridad de sus jugadores, dedicados a achicar agua con las líneas muy juntas, ahogando el juego azulgrana y cerrando los pasillos interiores.
Obligado a reinventarse, porque se encontrará rivales así de resguardados uno y otro día, el Barcelona buscó fórmulas para anotar el primer gol y dejar la ansiedad para otro día. Se abrieron Villa y Bojan a los extremos, buscó Iniesta la posición de falso delantero centro, se movieron por fuera y por dentro, se incorporaba Alves, pero el balón no fluía como acostumbra en el Camp Nou.
Con el paso del tiempo, el Sporting empezó a sentirse más cómodo. Alcanzar el descanso a cero fue un pequeño triunfo para el equipo de Preciado, más preocupado por anular al rival que por generar fútbol, el patrón habitual de los equipos que visitan el Camp Nou.
Guardiola no tardó en mover las piezas. En el descanso prescindió de Keita, diluido entre las líneas de presión del Sporting, intrascendente, para devolver a Iniesta a la medular y colocar a Pedro como extremo derecho. El Barça perdió músculo, pero ganó velocidad y capacidad de asociación.
Siguió agitando el árbol el equipo azulgrana y la fruta cayó a los cuatro minutos de la reanudación. Villa explotó el hueco entre el central y el lateral, Alves leyó el desmarque y el 'Guaje', fiel a su costumbre, marcó contra su Sporting. Fin a una racha de 140 minutos sin marcar en Liga en el Camp Nou, fin a la ansiedad de Villa por reencontrarse con el gol. El delantero firmó su quinto gol ante su ex equipo en su quinto enfrentamiento.
Con el viento a favor, aliviado por el marcador, el Barcelona se sacudió la presión. Futbolísticamente, su juego apenas cambió. El ritmo siguió siendo lento, con más posesión que profundidad, pero emocionalmente, el equipo de Guardiola tenía el partido ganado.
El Sporting buscó el empate más desde el banquillo que desde el campo. Diego Castro y De las Cuevas entraron al campo para buscar diagonales, de fuera hacia dentro, pero el Barça gobernó el partido con autoridad.
Guardiola intentó cerrar el partido colocando a Mascherano como antídoto a la nueva apuesta de Preciado. Busquets ganó unos metros, Iniesta regresó al extremo, pero el guión del partido, demasiado plano, apenas cambió.
Pese a lo ajustado del resultado, el Barcelona alcanzó el tramo final con cierta calma, merodeando el área de Cuéllar. El Sporting no tuvo recursos para empatar hasta los dos últimos minutos, cuando se estiró. Dispuso incluso de una falta peligrosa, pero la desperdició aplicando una estrategia más que dudosa. Al menos, firmó la derrota después de un extraordinario ejercicio defensivo que le reforzará de aquí en adelante. En un duelo sin lustre, acabó por imponerse la lógica y el Barça se embolsó los puntos.
1 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Piqué, min. 45), Milito, Maxwell; Busquets, Xavi, Keita (Pedro, min. 45); Iniesta, Bojan (Mascherano, min. 70) y Villa.
0 - Sporting: Cuéllar; Sastre, Botía, Iván Hernández, José Angel; Rivera (Sergio Álvarez, min. 86), Matabuena (Diego Castro, min. 57); Luis Morán, Lora, Bilic (De las Cuevas, min. 68) y Barral.
El central Gerard Piqué, que salió tras el descanso en sustitución de Carles Puyol, ha alcanzado el centenar de partidos oficiales con el FC Barcelona, club al que regresó en el verano de 2008.
Piqué, formado en la cantera azulgrana, se marchó al Manchester United, club del que fue repescado a principios de la temporada 2008-09 a cambio de unos cinco millones de euros.
Desde entonces, Piqué se ha convertido en uno de los puntales defensivos, tanto en el Barça, como en la selección española, con la que conquistó el Mundial el pasado verano.
Piqué jugó 45 partidos en la primera temporada (25 en Liga, 14 en Champions y 6 en Copa del Rey) y marcó tres goles; en la siguiente, la 2009-10, el defensa disputó 49 partidos y marcó cuatro goles.
En la presente, el defensa ha jugado seis partidos. En total, Piqué ha disputado 61 partidos de Liga, 26 de Champions, 7 de Copa del Rey, 3 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa y 2 en el Mundial de Clubes.
El jugador que más partidos ha defendido la camiseta del Barça es Migueli, con 548 partidos. En activo, el que más encuentros ha jugado es Carles Puyol (492).
El triunfo del Barcelona ante el Sporting (1-0) supone la victoria número cincuenta en el Camp Nou desde que Pep Guardiola se hizo cargo del equipo azulgrana, una efeméride que se ha producido en el partido número 2.500 del conjunto barcelonista en Primera División.
Desde que tomó las riendas del Barcelona en la temporada 2008-2009, Guardiola ha conseguido 50 victorias en los 62 partidos en el Camp Nou. En total, los azulgrana han marcado 178 goles y han encajado 43.
El técnico de Santpedor (Barcelona) se anotó su primer triunfo en el Camp Nou en su estreno, que enfrentó el 13 de agosto de 2008 al Barcelona con el Wisla de Cracovia polaco en la última ronda de la fase previa de la Liga de Campeones, partido que ganó por 4-0.
De los cincuenta triunfos, 33 se han producido en la Liga, 10 en la Liga de Campeones, 5 en la Copa del Rey y 2 en la Supercopa de España.
En este periodo, el Barcelona únicamente ha perdido seis partidos: tres en Liga (Espanyol, Osasuna y Hércules), 2 en la Liga de Campeones (Shakhtar Donetsk y Rubin Kazan) y uno en Copa del Rey (Sevilla). Y también ha empatado seis.
El argentino Leo Messi (FC Barcelona) no sufre ningún tipo de fractura ósea en el tobillo derecho y las pruebas médicas a las que fue sometido ayer confirmaron que padece un esguince de ligamentos que le impedirá jugar, inicialmente, ante el Sporting de Gijón y el Athletic de Bilbao.
Según el comunicado de los servicios médicos del FC Barcelona, Messi sufre un esguince en el ligamento lateral interno y del ligamento lateral externo del tobillo derecho, producto de una dura entrada de Tomas Ujfalusi, defensa del Atlético de Madrid, que se produjo en una de las últimas acciones del partido.
Messi tuvo que ser retirado en camilla del terreno de juego y en un principio se perderá los dos próximos encuentros ligueros ante el Sporting de Gijón y Ath. Bilbao.
Al no existir lesiones óseas asociadas, la disponibilidad del jugador se valorará a partir de la evolución del problema físico, aunque parece muy improbable que pueda estar disponible para el partido europeo ante el Rubin Kazan del 29 de septiembre.
Tras los compromisos ante el Sporting (22 septiembre), Athletic (25) y Rubin (29), el Barça jugará en casa ante el Mallorca (primer fin de semana de octubre), antes de que se interrumpa nuevamente la Liga a causa de los compromisos de las selecciones nacionales.
La selección de Argentina, dirigida por Sergio Batista, disputará entre el 8 y el 12 de octubre dos partidos amistosos.
Por su parte, El checo Tomas Ujfalusi, defensa del Atlético de Madrid, lamentó ayer la dura entrada que hizo a Messi, pidió "disculpas" por su acción y aseguró que no fue su intención lesionar al jugador azulgrana.
"Lo siento. Quería pedir disculpas públicamente, porque sinceramente no fue mi intención. Quería disputar la pelota, la toqué también y tuve mala suerte, bajando el pie y pisando el tobillo de Messi. Lo siento y espero que se recupere pronto", explicó en rueda de prensa tras el entrenamiento en Majadahonda.
Ujfalusi, que reconoció que "asustan" las imágenes del tobillo del futbolista azulgrana tras la entrada, aún no ha hablado con Messi: "Lo intenté el domingo, pero lógicamente Lio estaba caliente después de lo que pasó y hoy (ayer) le mandé un mensaje desde el teléfono del Kun pidiendo disculpas".
Y explicó que su intención "no es hacer daño" al jugador. "Se ve que el balón sale un poquito y yo intento sacar la pelota, pero, lógicamente, con la velocidad que tenía, él también, no podía pararme y tuve mala suerte que con el pie le pisé el tobillo", recordó el futbolista del conjunto rojiblanco, que consideró que en las imágenes se ve "clarísimo" que está tocando la pelota antes de pisar al "astro" argentino.
El Barcelona, esta vez, no dudó ni un segundo en su visita al Vicente Calderón. Desde el inicio ejerció un dominio absoluto, con el balón como propiedad exclusiva para manejar el partido a su ritmo, al que marcaban sus infinitos toques y su precisión milimétrica y que dejó al rival sin pelota, sin fútbol.
No la tuvo en todo el primer tiempo ni en el segundo, porque no se la dejó su adversario en ningún momento, ni siquiera con la presión arriba de los jugadores rojiblancos, que generaron algún pequeño apuro a los defensas barcelonistas, casi los únicos en todo el viaje hacia el descanso para el equipo dirigido por Pep Guardiola.
Porque el Barcelona mandó con autoridad desde el primer minuto y hasta el intermedio. Y con merecido premio en el marcador, el gol de Messi tras una magnífica pared con Pedro, en uno de los múltiples espacios entre medio campo y defensa del Atlético, un paraíso para el talento de los visitantes.
Ni siquiera el 1-1, en un puntual saque de esquina cabeceado por Raúl García en el minuto 25, alteró el control de los azulgranas, superiores en todo en la primera parte, marcador incluido, cuando Piqué resolvió un córner sin aparente peligro, con control con el pecho, disparo y gol ante un Godín demasiado blando (1-2, m. 32).
Era un partido bajo el estricto dominio del Barcelona, que también estrelló un balón en el poste por medio de Villa, pero un encuentro con sólo un gol de distancia y un duelo tan habituado los últimos años a imprevisibles cambios de guión que mantenía la duda para la segunda mitad... si el Atlético reaccionaba.
Lo intentó el equipo rojiblanco en la reanudación, en la que Sánchez Flores sustituyó a Agüero, de inicio en el once aunque había sido duda por una lesión, y en la que las ocasiones correspondían, de nuevo, al Barcelona, que se encontró con un espectacular De Gea.
El guardameta, excelente ante sendos disparos de Xavi y Pedro y un mano a mano con Villa, mantuvo al Atlético en el encuentro, en el que los impulsos de coraje de los rojiblancos no era suficientes para derribar al Barça. El choque tenía un claro color azulgrana, sólo inquietado por acciones esporádicas, como un disparo de Reyes, demasiado poco para responder a la absoluta superioridad del Barcelona en el encuentro, un monólogo de los visitantes desde el primer hasta el último minuto y del que Messi se retiró lesionado.
Atlético de Madrid 1 : De Gea; Ujfalusi, Perea, Godín, Domínguez (Antonio López, m. 68); Reyes, Assunçao, Raúl García (Tiago, m. 65), Simao; Forlán y Kun Agüero (Diego Costa, m. 51).
FC Barcelona 2 : Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Maxwell; Busquets, Xavi, Iniesta (Mascherano, m. 90); Pedro, Messi (Bojan, m. 93) y Villa (Keita, m. 77).
Goles :
0-1, m. 12: Messi cruza el balón ante la salida de De Gea.
1-1, m. 25: Raúl García cabecea un saque de esquina de Simao.
1-2, m. 32: Piqué controla el balón en un córner y marca de tiro cruzado.
El Barcelona B parece haberle tomado el pulso a la Segunda División después de sumar hoy su tercera victoria (2-0) en cuatro jornadas, esta vez ante un Elche que empezó mandado en el juego y acabó claudicando ante el fútbol de velocidad y toque del filial azulgrana.
Y eso que el equipo de Luis Enrique salió al partido tímido, apocado, con demasiadas cautelas atrás. Los cinco que le metió el Cartagena la pasada jornada le había puesto sobreaviso: en esta categoría las alegrías y los regalos muchas veces te cuestan la derrota. Así que tocaba ponerse serios.
El Barça B fue esta vez un filial más maduro, capaz de gestionar mejor los tempos del partido. Y así lo hizo desde el primer minuto, a costa, eso sí, de perder parte de su atrevimiento, de su frescura.
De eso se aprovechó al inicio el Elche, un equipo interesante, cuajado, bien posicionado sobre el terreno de juego, de esos que defiende bien arriba y que no se descomponen ni cuando encajan de un gol en contra.
El primer tramo de la primer parte fue visitante. El conjunto ilicitano, con Generelo y Víctor Sánchez trabajando a destajo, dominaba el centro del campo, presionaba arriba y llegaba con peligro, especialmente por mediación de Kiko Mateo, quien antes del cuarto de hora pudo adelantar a los suyos en un par de ocasiones que desbarató Miño.
Cuando el Barça B se sacudió el dominio y empezó a acelerar un poco su juego, el partido cambió de bando. Edu Oriol y Sergi Roberto por fin pusieron a prueba a Willy y el Elche reculó con la misma naturalidad que había llevado la iniciativa hasta entonces.
Tapando bien las vías de pase azulgrana y saliendo a la contra, los de José Bordalás también se encontraron cómodos. Sin embargo, no contaban con que Jonathan Soriano, que a punto había estado de marcar justo en la jugada anterior con un disparo a seco a la media vuelta, pondría la cara al filo del descanso para desviar a gol un remate de Sergi Roberto.
El Barça B salió mucho mejor en la segunda mitad y Elche decidió entonces jugarse el partido al contragolpe y dejar definitivamente la iniciativa a su rival. Se equivocó. Si hay algo con lo que se encuentre cómodo el conjunto azulgrana es con el balón.
El filial barcelonista le puso un ritmo brutal al juego, rápidas combinaciones en la medular a uno o dos toques, Edu Oriol y Nolito entrando por banda y Jonathan amenazando el eje de la zaga visitante a cada jugada.
Soriano pudo golear El ex españolista dispuso hasta de tres claras ocasiones para aumentar la cuenta, pero se encontró con un excepcional Willy. El Elche intentaba dar réplica a base de empuje, pero lo más peligroso que hizo en la segunda mitad fue un cabezazo desviado de Samuel a la salida de un córner.
Para colmo de males ilicitanos, Luis Enrique dio entrada a Thiago que se puso al mando de las operaciones para iluminar definitivamente el juego azulgrana. Los mejores minutos del Barça coincidieron con el hijo de Mazinho en el terreno de juego. También el segundo tanto local, que marcó Nolito al rematar a bocajarro un centro de Carmona.
2 - Barcelona B: Miño; Montoya, Bartra, Fontàs, Muniesa, Sergi Roberto, Abraham, Dos Santos (Carmona, min.77), Edu Oriol (Thiago, min.70), Nolito y Jonathan Soriano (Saúl, min.83).
0 - Elche: Willy; Vasco Fernandes, Samuel, Pelegrín, Edu Alcabar, David Sánchez (Santos, min.52), Acciari, Generelo, Palanca (Bodipo, min.69), Kike Mateo (Xumetra, min.65) y Linares.
Goles: 1-0: m. 41: Jonathan Soriano. 2-0: m. 81: Nolito Texto:EFE Barcelona Foto:WEBFCBarcelona
El Tenerife vivió ayer una de las peores tardes de su historia. En casa, derrotado, incapaz e impotente en el juego, avergonzado por la situación que atraviesa en la Liga, antagónica por cierto a la que proponía este proyecto tan ambicioso, los jugadores sufrieron los olés con los que parte de su hinchada coreó los últimos toques de un Celta elegido por el destino (calendario) para ganar fácil y justamente un partido que, en el fondo, fue una parodia. Todo el mundo sabía que esto es lo que de verdad podía pasar ayer, a partir de las circunstancias previas. Gonzalo Arconada estaba al borde del precipicio desde el pitido final del árbitro en Vallecas hace 8 días y además tenía el viento en contra. Lógicamente, acabó de caerse. Dejarlo en el banquillo no sólo sería un error, sino también una temeridad. Está desacreditado ante todos.
El guión esperado.- El primer tiempo del Tenerife responde a la situación en la que el equipo y el entorno encaraban el partido. Entró encogido, sin dinamismo, sin chispa, plano, y con una penosa respuesta defensiva. A los 12 minutos los dos centrales tenían amarilla... O sea, escenificó todos los males que le han conducido a esta situación. La propuesta de jugar con Antonio y Ricardo en el medio y con cuatro atacantes de tan poca capacidad para regresar requiere atrevimiento, decisión para defender hacia delante, confianza... Exactamente las virtudes que volaron con cada derrota anterior. El Celta se aprovechó en sólo 25 minutos. Primero con un fallo de Sicilia que concedió un penalty absurdo y luego con otra cantada general, en segunda jugada, por falta de respuesta de la dichosa defensa en zona. Antes de la media hora, 0-2 y un clima de crispación en el estadio que presagiaba tormenta.
La única jugada medianamente salvable de los de Arconada antes del descanso la remató Omar ¡en el 44! Ya por entonces el entrenador había puesto al canterano por detrás de Nino. Sea Omar o cualquier otro, este Tenerife no puede jugar sin enganche, porque con todo el espacio que debe ocupar Hidalgo cuando sube, el riesgo de que el equipo se parta en dos en cualquier pérdida es enorme.
Duro final.- El Tenerife, ya perdido y sin ánimo para creer en remontar, con Mikel de organizador y Ricardo de cobertura (¡!), y con Natalio en la izquierda y Kome de enganche, salió con otra marcha en la segunda parte, empezó a apretar un poco más, recuperó la pelota más arriba, percutió con Marc por su banda y cercó al Celta. Incluso mereció los aplausos de su gente. Es verdad que en un error increíble de Melli De Lucas tuvo el 0-3 y el larguero lo impidió, pero también hay que reconocer que el Tenerife se mereció su oportunidad de meterse en el partido. La desperdició Kome (69') al tirar al travesaño un penalty obsequio del árbitro... Todo propio del guión de un día destinado a desembocar en escándalo. Cuando la afición, que leyó magníficamente la situación respetando a su equipo mientras lo intentaba, entendió que no había ninguna opción en el campo, desató su indignación a coro. Hubo para todos: "Adiós Arconada, adiós", "Llorente, vete ya", "Concepción, el lunes solución" y, sobre todo, un sonoro y casi unánime "Oltra, Oltra, Oltra". Sobran las explicaciones.
Por cierto, porque esto es una crónica y hay que contarlo, Sergio Aragoneses evitó en los minutos finales que el Celta, que hizo lo necesario para aprovecharse, no menos pero tampoco más, lustrase su victoria con una goleada. El equipo de Herrera manejó la ansiedad local, jugó muy junto, con un 4-3-3, en el que Trashorras y De Lucas fueron claves para ocupar como enganches los espacios descubiertos para enganchar. Nada especial. Cualquier rival hubiera acabado ayer con Arconada.
Tenerife Sergio Aragoneses; Marc Bertrán, Melli, Pablo Sicilia, Beranger; Juanlu, Ricardo, Hidalgo, Omar; Natalio y Nino.
En el descanso Kome sustituyó a Omar y Mikel Alonso a Hidalgo; en el minuto 63, Iriome entró por Juanlu.
RC Celta Falcón (1); Hugo Mallo (1), Catalá (1), Jonathan Villa (1), Roberto Lago (1); Alex López (1), López Garai (1), Bustos (2), De Lucas (1); Trashorras (2) y David Rodríguez (1).
En el minuto 71, Papadopoulus (1), por Trashorras; en el 78, Joan Tomas (s.c.) por De Lucas, y en el 84, Michu (1), por David Rodríguez.
Goles0-1, min. 13: Trashorras, de penalty.
0-2, min. 25: Catalá, de cabeza en un fallo defensivo local.
El Barcelona ganó ayer con claridad y dio un recital de juego en San Mamés, donde impuso su ley después de quedar en superioridad numérica debido a la temprana expulsión de Fernando Amorebieta en el minuto 34 del choque. 
