viernes, 13 de noviembre de 2009

Un Tenerife sin pegada

El Tenerife se va de la Copa sin jugar ni siquiera un buen rato ante un Celta que no se encontró nunca las dificultades que presumía. El desenlace de la eliminatoria premia al equipo que más cerca estuvo de su verdadero nivel.
La primera parte de este segundo partido mostró una versión atípica de un Tenerife desconocido, que fue incapaz de dar tres pases seguidos, que se enredó en la presión visitante y acabó recurriendo a los pelotazos desde la defensa para intentar conectar con sus jugadores decisivos. Es verdad que todo pudo ser diferente si Alfaro marca en la primera jugada (1’), cuando el meta Yoel sacó a córner el disparo del andaluz, que le encaró solo, pero esa ocasión no deja de ser una anécdota, como la otra que tuvo el Tenerife antes del descanso, también con un remate de Alfaro (27’) que Yoel desvió. El guión futbolístico del primer tiempo elevó al Celta, que jugó bien, tuvo una muy buena distancia entre líneas con su 4-3-3, presionó con orden, manejó los tiempos del fútbol tocando en el medio y tratando de entrar por los costados y se defendió lejos de su portería, frente a un Tenerife deshilvanado, ansioso por poner la pelota arriba de cualquier manera, mal puesto en el campo, muy lejos de su idea básica de juntarse para tocar y entrar por las bandas... Es posible que al equipo le resulte casi inviable encontrar ese juego con dos volantes como Mikel y Richi en el eje, porque ambos son lo mismo y ninguno tiene dinámica de organizador, pero más allá de esa carencia, el resto del equipo se perdió en guerras individuales.
En realidad, al descanso lo mejor era el 0-0, porque en el desorden defensivo local, provocado por lo mal que hizo sus ataques, el Celta pudo pescar al menos un gol; afortunadamente Saulo perdonó solito en el área y su cabezazo se marchó fuera (39’).

c Salida más intensa.- La imagen, los pitos de la gente y el propósito de enmienda en el vestuario provocaron una mejor salida local en la continuación. Sin jugar, porque el Tenerife nunca encontró el toque, sí es verdad que la línea del fondo apretó más arriba, el equipo se juntó y le puso mayor intensidad, con lo que consiguió recuperar la pelota más de continuo. De esa forma pudo conectar con sus jugadores desequilibrantes y llegó a bordear el gol, pero Dinei (9’) tiró por fuera solo con la puerta vacía un servicio en bandeja de Omar, que se fue como una bala de Fernandes, al que volvió loco hasta provocar su expulsión. En vista de que el equipo había tomado el mando de la situación y ya jugaba en la mitad del campo vigués, Oltra se atrevió con cambios muy suyos: en el 11’ entraron Ángel y Nino y se marcharon Aitor Núñez y Dinei. Alfaro cayó a la banda derecha, Juanlu bajó al lateral y el equipo se hizo más ofensivo. El acoso fue más efectista, con el público apretando, que efectivo, porque en esa fase de dominio, de intensidad, de recuperaciones constantes del balón y de empuje, el Tenerife no generó ocasiones claras de gol cerca de Yoel, que pasó casi inadvertido...

c El regalo final.- Justo cuando ya había decrecido el ritmo de los locales se aceleraron los acontecimientos clave del partido. En el 32’ fue expulsado Vasco Fernandes, el par de Omar; Eusebio rehizo entonces su línea de cuatro retrasando a Hugo Mallo, sacrificó un delantero y el Celta se encomendó ya a su resistencia replegado frente a la embestida general de un Tenerife lanzado. Oltra entendió que se iba a jugar en poco espacio y que necesitaba claridad, para ello volvió a reajustar al equipo, metió a Ricardo, quitó a Juanlu e hizo una segunda línea de 3 hombres, con Mikel al medio de Ricardo y Richi. O sea, un 3-3-4.
En esas estaba el Tenerife buscando su gol a la desesperada –castigo por desaprovechar toda la primera parte–, cuando una serie de errores grotescos acabaron con sus esperanzas. Primero, el del árbitro, que no señaló el fuera de juego de Joselu en la acción previa al regalo que Luna le hizo a Danilo para que éste marcara casi a placer, en una acción que nace de otro fallo grueso de Bellvis, que minutos antes ya había puesto en peligro la eliminatoria perdiendo un balón cuando estaba cerrando como último hombre en un córner que lanzó su equipo. Por fortuna, elCelta no aprovechó esa contra.
Los últimos compases del encuentro sobraron, porque el Tenerife no pudo hacer en siete minutos lo que había sido incapaz de conseguir en el curso de dos largos partidos de una eliminatoria que pone el dedo en la llaga del mal momento que atraviesa un equipo para el que es urgente recuperar el estado coherente de las cosas, volver a darle la batuta a Ricardo y rescatar su funcionamiento natural. Esa es la única manera que tiene de salir de una situación que se está comiendo el crédito individual de determinados jugadores, en especial de Luna, y que amenaza al resto.
Tenerife 0 : Luis García; Aitor Núñez, Pablo Sicilia, Ezequiel Luna, Bellvís; Richi, Mikel Alonso; Juanlu, Alfaro, Omar; y Dinei.
En el minuto 55, Ángel y Nino entraron en lugar de Dinei y Aitor Núñez; en el 80, Ricardo suplió a Juanlu.
Celta 1 : Yoel (2); Vasco Fernandes (1), Noguerol (1), Túñez (1), Botelho (1); Bustos (2); Danilo (2), Trashorras (1); Aarón Ñíguez (0), Saulo (0) y Joselu (1).
En el minuto 42, Dani Ábalo (1) sustituyó al lesionado Aarón Ñíguez; en el 54, Michu (1) entró por Trashorras y en el 70, Hugo Mallo (1) relevó a Saulo.

Gol:
0-1, min. 84: Danilo, de disparo raso desde la frontal después de un error de Ezequiel Luna, que le dejó el balón a placer.

Texto:VENTURA GONZÁLEZ, S/C Tfe.
Foto:EFE

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