lunes, 9 de noviembre de 2009

Empate justo

El partido fue un contrasentido puro: el Tenerife se puso 2-0 sin encontrar su juego habitual; el Málaga se acercó con el 2-1 cuando estaba hundido y, para sobrecargar este guión tan extraño, el empate visitante llegó en el momento en que el Málaga ya estaba fuera de un encuentro que el Tenerife controlaba con autoridad. No fue justo, aunque el Tenerife no jugó a su nivel y a pesar también de que el Málaga falló dos o tres ocasiones clarísimas después de marcar sus dos goles. Al final, Nino tuvo el 3-2 que hubiera premiado los méritos locales, pero su tiro se fue a un dedo del palo...

Ese desarrollo extravagante de la marcha del marcador no refleja el verdadero transcurso del partido en el césped. De salida, el Tenerife tuvo esa respuesta especialmente intensa que parece programada después de cada goleada fuera (tras el Mallorca, aquí contra el Bilbao; y ayer después de lo de Villarreal), pero en el propósito de subir la agresividad se dejó su juego. El equipo no se juntó, porque no encontró el toque. A estas alturas parece poco discutible ya que Román Martínez le quita protagonismo a Ricardo y mete al equipo en una dinámica diferente, de más conducción, de menos reposo, de escasa pausa y de riesgo evidente de desequilibrio... El argentino pone otras cosas: ocupa mucho campo, aparece con actitud para pelear siempre, llega al área con peligro y tiene su cuota de gol, pero su estilo es distinto al de los otros volantes y tiene al Tenerife confundido en los ritmos y las elecciones. Cuando se necesita pausa para juntarse, ya nadie mira a Ricardo. Por eso, en la primera mitad del encuentro, el equipo tuvo una peligrosa tendencia a estirarse mucho y concedió demasiados lances de ida y vuelta contra un rival que tampoco tiene fútbol en el medio y que también descansa sus virtudes en la potencia de su ofensiva en las bandas, sobre todo a través de la capacidad de desborde de su exterior derecho. Obinna le dio la tarde a Bellvís y generó todo el peligro malagueño.

A gol limpio.- Jugando poco y sin el control de la situación llegaron los dos goles. Uno en una jugada de Omar por la izquierda que remató Román y otro en una acción que juntó a los tres primeros espadas de la pasada temporada: Nino, Kome y Alfaro. Los tres jugando a fútbol sala en el área de Munúa hasta hacer el gol. Fútbol delicioso; nada nuevo, pero lo echábamos de menos.

Si hay algo que verdaderamente le cuesta al Tenerife es encontrar su punto de ajuste. Cuando se suelta hacia arriba se afloja detrás. Sólo a dos minutos del 2-0 llegó el 2-1 en una acción impropia de la situación. Una pérdida de balón en la derecha desencadenó una contra que terminó Obinna en la banda contraria con un recorte e Bellvís y el gol de Edinho al rechace de Sergio. No es lógico que el equipo esté abierto y estirado con 2-0 en casa en un partido tan importante. Los minutos siguientes desvelan que el Tenerife tiene un vacío de ánimo; el gol de Edinho le hizo tanto daño que Sergio, el palo y la suerte evitaron que el Málaga remontara en sólo dos minutos. Las ocasiones de Edinho (33' y 35') fueron muy claras. Fue un rato de zozobra para un equipo perdido en el campo, empeñado en aceptar un ida y vuelta absurdo, despreciando la influencia de Ricardo en el juego. Algo incomprensible.

Increíble empate.- Tras el descanso, Muñiz metió a Duda de medio centro y puso a Javi López en banda buscando un director que le diera fútbol y más recursos de ataque. Los primeros minutos del Málaga fueron buenos. Duda (3') y Edinho (4') rozaron el gol, pero el Tenerife se fue rehaciendo y se acercó con peligro, como en el remate de Alfaro que evitó Duda en dos tiempos. Pero sólo dio con la tecla cuando entró Mikel Alonso, para hacer pareja con Ricardo y adelantó así a Román a una zona de menos influencia en el equilibrio y en el ritmo. El Tenerife se juntó por fin y controló sobradamente la sittuación, alejó al Málaga de la meta de Sergio y desactivó a sus peligrosos atacantes.

Una preciosa volea de Alfaro (24') y un cabezazo de Román a la salida de un córner (29') merecieron el gol de la sentencia, ya en un plano de identificación blanquiazul con su estilo de siempre. Al Málaga sólo le quedaba el recurso de un golpe de fortuna, de un balón parado... y así fue. Una falta frontal tuvo segunda jugada, el equipo achicó flotando y Manolo hizo una dejada fallida que aprovechó Javi López para, aliado con un bote perverso, empatar un partido que tenían perdido. Verlo para creerlo. Esa falta de contundencia es un sumidero de puntos...

Oltra puso a Ángel y a Dinei, para acabar como empezó, al ataque, en un día en el que su primera declaración de intenciones fue enterrar la goleada de Villarreal reivindicando su estilo, con Juanlu jugando de Bertrán. Pudo marcar Edinho (35') y a Nino se le aparecieron sus fantasmas con un disparo que lamió el palo.

El regalo al colista ya estaba empaquetado y rumbo a Málaga.

CD Tenerife 2 : Sergio Aragoneses; Juanlu Hens, Manolo Martínez, Ezequiel Luna, Bellvís; Ricardo (Ángel, min. 78), Román Martínez; Kome (Mikel Alonso, min. 66), Alfaro, Omar (Dinei, min. 86); y Nino.

Málaga 2 : Munúa ; Gámez, Stepanov, Weligton, Mtiliga; Obinna, Xavi Torres, Benachour (Javi López, min. 46), Duda (Manu Torres, min. 87); Baha y Edinho (Toribio, min. 79).

Goles: 1-0. Min. 17: Román Martínez a placer a pase de Omar. 2-0. Min. 26: Alfaro culminó un servicio de Kome. 2-1. Min. 28: Edinho, a placer, tras rechace de Aragoneses. 2-2. Min. 76: Javi López, de disparo ajustado.

Texto:Ventura Gonzalez

Foto:CD.Tenerife

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