domingo, 30 de agosto de 2009

Perdió de forma injusta

El Tenerife perdió de forma injusta ante el Zaragoza en su reestreno en Primera División, haciendo más válido que nunca ese tópico futbolístico que dice que el que perdona, lo acaba pagando. Dispuso de ocasiones, muchas, para ganar el partido y acabó perdiéndolo en una acción aislada, en la que Arizmendi estuvo más listo que los defensores visitantes para dejar los tres puntos en La Romareda. Una lección que deberán aprender rápido los blanquiazules: en la máxima categoría no se pueden conceder estos regalos.

José Luis Oltra no sorprendió con su alineación y entregó la titularidad al recién regresado Alfaro (con más ritmo que Saizar), aunque le ubicó en la banda derecha del centro del campo. Dejó la mediapunta para Richi, quizá por respeto al excelente trabajo táctico que desarrolla siempre el madrileño. La otra duda, el lateral izquierdo, se resolvió en favor de Bellvís. Enfrente un rival que puso en evidencia sus carencias... y que Marcelino no exagera cuando pide hasta cinco refuerzos más.

La historia de la primera parte fue de contrastes. El cuadro maño quizá tuvo más el balón, pero su desorden ofensivo le impidió crear claras ocasiones de gol. Jugó a impulsos. Demasiado dependiente de las acciones individuales de sus futbolistas más desequilibrantes. Sus méritos: un disparo de Gabi que, tras tocar en Luna, se envenenó y sacó Aragoneses de la escuadra (13'); un remate de Jorge López bien respondido de nuevo por el guardameta insular y un disparo de falta de Pennant que se marchó desviado (19'). Mientras, los tinerfeñistas sufrieron hasta el ecuador de esos primeros 45 minutos porque no tenían el balón, pero aún así, fueron capaces de dar los primeros sustos a Carrizo.

Ocasiones visitantes

Una prolongación de Richi fue rematada por Alfaro... demasiado cruzado (5'). Luna fue el siguiente en intentarlo a la salida de un córner (20'). Poco a poco se fueron sacudiendo el dominio local los de Oltra y empezaron a decantar la balanza hacia su lado. Richi cabeceó fuera junto al palo derecho un centro de Bertrán (33'); Nino cruzó demasiado tras marcharse de Ayala (35') y, en el último minuto, el milagro. Milagro para los de Marcelino, que pudieron encajar el 0-1 por dos veces. Carrizo tapó ante Nino en un mano a mano (44') y Alfaro tiró inexplicablemente fuera tras un rechace en el punto de penalty (45').

El balance resultaba esperanzador para el Tenerife, que, sin embargo, no sólo fue fiel a sí mismo en el estilo de juego, sino en las salidas frías tras el descanso de cada partido. Por eso, las primeras aproximaciones peligrosas fueron locales: Pennant centró y Arizmendi cabeceó fuera (54') primero. Poco después, un disparo lejano de Ponzio tuvo como respuesta la mejor parada del partido de Sergio Aragoneses (61').

Poco a poco, el conjunto insular se fue soltando. Ricardo empezó a manejar a su antojo el centro del campo, aprovechando también el cansancio zaragocista, tan alarmante como poco entendido por Marcelino García Toral, que tardó un mundo en hacer los cambios. No así Oltra, que vio la oportunidad de ir a por la victoria y arriesgó dando entrada a Omar, en lugar de Román Martínez. El argentino sigue sin encontrar el sitio y, aunque entró en juego, no lo hizo con el acierto necesario ni el nivel que se le supone. Alfaro pasó a la mediapunta y Kome a la derecha, dejando al jugador de Punta del Hidalgo en su demarcación natural. Richi retrasó su ubicación para integrarse en el doble pivote.

Ahí empezó a hacer méritos el cuadro tinerfeño para hacerse merecedor de la victoria. Un regate estratosférico de Kome dentro del área acabó con Carrizo despejando a córner con apuros (65'). En la ejecución del mismo, Richi remató entre los tres palos y el balón se estrelló en Nino, impidiendo que se colara en la meta aragonesa. Poco después, el ariete tinerfeñista quiso redimirse con un gran centro al área, que Alfaro cabeceó alto en una posición inmejorable (69').

Marcelino, por fin, hizo los cambios y metió más músculo en el centro del campo con Ponzio, cuya posición en el lateral ocupó Babic. También entró Ander Herrera por un agotado Pennant y el canterano convirtió en oro el primer balón que tocó. Salió desde la derecha hacia la mediapunta, superó a Ricardo y metió un balón en el área. Luna no había escalonado y ni él ni Manolo Martínez atinaron a despejar, antes de que Arizmendi batiera a Sergio Aragoneses (73'). Tan injusto como doloroso.

El mazazo fue imposible de superar para el Tenerife, que no creó ni una sola ocasión de peligro más y se ahogó en su propia frustración con los maños dejando pasar el tiempo.

No hay comentarios: