martes, 5 de mayo de 2009

Falló en el momento clave

El Barcelona vio cerrado su acceso a la final de la Euroliga ante el vigente campeón de Europa, el CSKA de Moscú, magistralmente sostenido por el lituano Ramunas Siskauskas, verdugo del equipo azulgrana y máximo anotador del partido con 29 puntos.

El Barcelona gobernó el marcador durante más de media hora, pero se vino abajo en el momento decisivo del partido. No encontró argumentos para frenar el extraordinario rendimiento de Siskauskas, al timón de un CSKA rebajado, pero con una impresionante capacidad competitiva. El equipo ruso jugará su cuarta final consecutiva a costa del Barça, nuevamente eliminado en su décima aparición en una final a cuatro.

Aunque compitió con solvencia, el Barça acabó condenado por su falta de experiencia. Hasta entonces, el equipo de Xavi Pascual había mandado en el marcador. Cuando su sistema defensivo comenzó a flaquear, el CSKA comenzó a ganar el partido psicológico.

El Barcelona acabó resignado a su suerte, sometido por la inspiración de Siskauskas.

El otro finalista será el Panathinaikos, que venció al Olympiakos por 84-82 en el otro partido de semifinales.

Barcelona 78 : (21+15+20+22): Lakovic (13), Navarro (13), Basile (5), Andersen (24), Santiago (9) -inicial-, Vázquez (6), Grimau (4), Sada (-), Barton (2), Ilyasova (2).

CSKA Moscú 82 : (12+20+22+28): Langdon (15), Holden (8), Smodis (9), Khryapa (9), Lorbek (8) -inicial-, Siskauskas (29), Morris (), Kaun (4), Zisis (-) y Planinic (-).

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