miércoles, 25 de febrero de 2009

Se decidirá en la vuelta


Nunca había ganado el Olympique al Barcelona y la estadística se mantuvo por muy poco. Salió el Barça al campo dispuesto a demostrar al mundo entero y a sí mismo, que el tropiezo ante el Espanyol fue puntual. Sin embargo, la imagen mostrada fue mucho más preocupante que la del sábado pasado. En el Stade Gerland se vio a un equipo sin ideas, sin capacidad para controlar el partido, a expensas del rival y, sobre todo, renegando del fútbol que le había convertido en el mejor equipo de Europa y aspirante, con opciones reales, al triplete. Enfrente un Lyon que demostró el porqué de sus siete títulos ligueros seguidos, conseguidos con un juego vistoso, ofensivo y basado en la potencia física de sus jugadores.

Sin tiempo para que los futbolistas reprodujeran en el campo las directrices de sus técnicos, Juninho lanzó una falta lateral muy bombeada que acabó en las mallas culés por una mala colocación de Valdés. El portero azulgrana, muy nervioso durante todo el encuentro, encadenaba su segundo error consecutivo tras el cometido ante el Espanyol. El gol fue un duro golpe para los de Guardiola. Perdidos en el terreno de juego, deambulaban sin convicción ni rumbo. Benzema tuvo una clarísima ocasión para subir el segundo en el marcador, pero su tiro salió fuera. El delantero francés estaba muy motivado y participativo. Monopolizaba el juego ofensivo local. Por el contrario, el centro del campo del Barça no existía. Xavi y Busquets no entraban en contacto con el esférico, desorientados se veían superados una y otra vez por los galos.

La única vez que la conexión Xavi-Eto'o funcionó terminó con un tiro del camerunés al palo, la ocasión más clara en toda la primera parte. Sin embargo, fue un espejismo. El Barça no volvió a intimidar al meta rival. Messi, voluntarioso, no conseguía fabricar ninguna jugada y Henry estaba perdido. La gran virtud del Lyon fue su actitud ofensiva. Pese a la ventaja en el marcador nunca se replegó, mantuvo la presión, robó el balón al Barcelona y realizó mortíferas contras. Juninho, pese a sus 34 años, dirigía con maestría el ataque francés y Benzema estrelló en el palo el que hubiera sido el segundo tanto. El conjunto catalán, en una mezcla de incredulidad y asombro, sólo se aproximaba al área gala a balón parado.

La segunda mitad arrancó con el compromiso del Barça de ser fiel a su estilo. Xavi y Busquets se hicieron dueños del medio campo, las contras del Lyon eran cada vez más intermitentes y el cariz del encuentro se parecía más al que acostumbran los catalanes en Liga.

El Barcelona recuperó el fútbol. Poco a poco llegaron las ocasiones: primero Alves, luego Piqué, y tras un córner, Henry se tiró en plancha y consiguió la igualada ante sus compatriotas.

El partido se convirtió en un monólogo culé. Sin ritmo, sin florituras ni alardes, pero con solidez, el Barça desactivó al Lyon.

Olympique 1 : Lloris; Mensah, Cris, Boumsong, Grosso, Makour, Toulalan, Juninho (Kallstrom, m. 78), Keita, Ederson (Delgado, m. 63) y Benzema.

Barcelona 1 : Valdés; Alves, Piqué, Márquez, Puyol, Touré, Xavi, Busquets (Keita, m. 76), Messi, Henry y Eto'o.

ÁrbitroWolfgang Stark (Alemania). Amarilla a Toulalan, Grosso, Alves, Puyol y Busquets.

Goles1-0, m. 6: Juninho lanza una falta lateral y Valdés, adelantado, no puede atajar el balón.

1-1, m. 67: Tras un córner, Henry remata en plancha después de la prolongación de cabeza de Márquez.

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