lunes, 3 de noviembre de 2008

Malaga, un juguete en manos del barça


El Barça sigue lanzado. Le tocó sacrificarse sobre el barrizal de La Rosaleda y el Málaga se convirtió en otra de las víctimas de las goleadas a las que ya se han acostumbrado los azulgrana. La lluvia y el infame césped no impidieron la undécima victoria consecutiva del equipo de Pep Guardiola, que acabó de paso con la racha de cuatro triunfos seguidos que llevaba el Málaga y ofreció otra demostración de su poder y su gran momento de forma.

Dado el estado del terreno de juego, el Barcelona tuvo que cambiar la calidad por el mono de trabajo y recurrir al oficio, para imponerse con contundencia al Málaga, que quedó sentenciado al inicio de la segunda parte. El segundo tanto de Xavi, que abrió el marcador con un golazo de falta, hundió de forma definitiva al Málaga, que confiaba en el campo como aliado, aunque con este Barcelona inconformista y demoledor en ataque, tener opciones de éxito es, de momento, soñar con milagros.

El resultado le permitió jugar muy cómodo en la segunda parte, pero rindió el Barça a un nivel más que aceptable en el primer tiempo, pese a que el terreno de juego estaba impracticable en algunas zonas y el balón se frenaba cada vez que llegaba al área contraria. Ante la adversidad, recurrieron al esfuerzo y el oficio los azulgrana y no se vinieron abajo cuando empató el Málaga poco después de que Xavi abriese el marcador, en una de las escasas llegadas de los locales a las inmediaciones de Víctor Valdés.

Como era previsible, dadas las circunstancias, fue un balón parado el que dio ventaja al Barcelona, tras un derribo a Messi, con un golazo de Xavi al que no llegó Arnau y se coló casi por la escuadra de la portería local.

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