domingo, 28 de septiembre de 2008

¿Cara de alegria o desesperación?


Menuda cara de desesperación se les quedó a los jugadores azulgrana cuando fueron a el túnel de vestuarios al término de la primera mitad. Le habían pegado un baño de fútbol al Espanyol como no se recordaba en las últimas temporadas.
Entradas por la izquierda, por la derecha, disparos lejanos, combinaciones, infinidad de pases y sobre todo un control de la situación. Una situacion que de nada les servía ya que encaraban el descanso en desventaja.
Salvo la ayuda del larguero de Kameni a un disparo de Xavi y el despeje bajo palos de Pareja a un remate de Henry, el resto acabó en el limbo por la escasa puntería de los azulgrana. Los visitantes encadenaron hasta siete ocasiones de cierto peligro que no desnivelaron su marcador.
El Espanyol sufría con un enorme sacrificio el control de los visitantes. Sin el lesionado De la Peña, los blanquiazules se convierten en un equipo muy previsible. Los de Tintín Márquez limitan su juego a los pelotazos que cuelgan sobre la defensa rival y a un tremendo derroche físico para contener las intentonas adversarias. Ese planteamiento tan simple le bastó para apuntarse un tanto fruto de un centro de Tamudo mal rechazado por Piqué que Valdés(como siempre) tampoco supo despejar por culpa de un codazo de Luis García en la boca del estómago que lo desequilibró.
Un pésimo y mal colegiado con una trayectoria más que dudosa como Medina Cantalejo dio validez al tanto de Coro pasando de las airadas protestas del portero azulgrana. Un error que compensó al filo del descanso cuando expulsó al blanquiazul Nené.
Guardiola atacó la ventaja numérica con una táctica sorprendente. Piqué y Puyol cerraban la defensa azulgrana. Nadie por la izquierda ante la ausencia de delanteros blanquiazules. El técnico ponía toda la carne en el asador. Eto'o y Bojan, a escena.
El asedio, salvo las esporádicas arrancadas de Coro que aliviaban a los locales, tenía tintes heroicos. Henry remataba al palo.
Justo después los impresentables de los Boixos Nois, con el beneplácito de los Mossos d´Esquadra y de los servicios de seguridad del Lluís Companys, lanzaban hasta dos bengalas hacia la zona de los aficionados blanquiazules arrancando la justificada ira de un grupo de seguidores locales que saltaron al césped provocando que Medina Cantalejo suspendiera el partido durante casi nueve minutos.
La vuelta del fútbol provocó el atasco azulgrana. Los cambios de Guardiola provocaban un atasco central fácil de defender. Todo indicaba que la igualada cerraría el partido, pero otra vez Medina Cantalejo salía de la cueva para pitar un penalty inexistente sobre Eto'o. Messi agradecía el regalo.
El Barça se llevó el derby catalán más polémico de los últimos años ante el Espanyol (1-2). La patética actuación de Medina Cantalejo le regaló un gol a los locales y un penalty a los visitantes en el último suspiro, y las bengalas lanzadas por los Boixos Nois a la afición blanquiazul tiñeron de luto un partido dominado a placer por los azulgrana en la primera mitad pero que se tornó algo alejado del deporte durante la segunda.

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