lunes, 1 de marzo de 2010

Goleado

Los partidos meritorios como el que realizó el Tenerife ayer son frustrantes. Valen para recoger elogios al día siguiente, pero representan en si mismos la evidencia de que ni siquiera al máximo nivel te alcanza para competir. El Tenerife falló en las dos áreas, otra vez, de manera escandalosa y por ahí se le fue todo lo que hizo en el trámite del juego, que fue realmente bueno, en especial en la segunda parte.

Oltra planteó su batalla tratando de hacer superioridad en el medio para presionar e interrumpir la circulación de balón madridista. Cerró hacia dentro a Ayoze y Juanlu y los juntó con Richi, Alfaro y Ricardo. Los 25 primeros minutos de partido salieron casi a pedir de boca, sólo faltó el acierto en el área; el Tenerife manejó bien su idea, desconectó a Kaká, Cristiano e Higuaín de los tres volantes centrales y luego se proyectó a la contra cayendo a los costados, sobre todo por la banda de Marcelo. Hasta que llegaron los habituales errores defensivos locales el partido estaba igualado. E incierto.

No hay grandes diferencias en los trazos gruesos de este cuadro y el del día del Barcelona. El Tenerife empezó a sentir las mismas sensaciones que entonces desde el primer minuto, cuando Garay, afortunado, rechazó un remate de Alfaro solo en el área pequeña tras una prolongación de Richi. Era la primera. Luego vendría media docena de ocasiones clarísimas. Después de la igualdad, el partido se volvió a desatar de su corsé, allá por el minuto 26, y los dos equipos desarrollaron el hilo argumental que presidió el choque hasta el final. Esto es: a cada ocasión malograda por el Tenerife respondía el Madrid con un gol. Así se mide la principal diferencia entre dos equipos realmente extremos... Juanlu tiró alto en el 26' e Higuaín clavó en la red el primer disparo a puerta de su equipo en el 28', ganando la acción a un dubitativo Luna. Hubo más de lo mismo antes del descanso. Casillas le sacó otra a Alfaro (29') antes de que Nino buscase la escuadra (39') como preámbulo del segundo tiro a puerta del Real, que Higuaín puso en la red (0-2), en una acción que nació de una concesión de Manolo al ariete argentino...

De ida y vuelta

El riesgo de que el Tenerife se rindiera por el peso 0-2 al descanso desapareció de raíz en el primer minuto de la continuación. El equipo salió bien, como juramentado para no pasar la vergüenza del 0-5 ante los azulgrana, y aunque con una acción ilegal, encontró su premio. El 1-2 acercó una ilusión desvanecida a las primeras de cambio. Sólo un minuto más tarde, el equipo midió mal defensivamente en la izquierda y Kaká abrió una línea de pase fácil para hacer el 1-3. Cualquier equipo que vive un desencanto semejante se cae para el resto. El Tenerife, contrariamente a su pauta de la temporada, se rehizo y en sólo tres minutos pudo empatar: Manolo cabeceó solo ante Casillas pero por fuera (4') y luego un triple remate a bocajarro encontró siempre un rival para repeler de manera increíble (7'). Desde entonces el partido se abrió del todo, el Madrid perdió un poco el sitio en la segunda línea, engolosinado con la posibilidad de meter más goles frente a un Tenerife que ya no tenía nada que conservar y la sucesión de ocasiones fue constante. Sergio le paró la vaselina a Cristiano (9'), antes de que el larguero repeliera otra de Higuaín, que estuvo todo el partido tirando desmarques de gran claridad. Oltra dio una señala su equipo con la entrada de Omar en la izquierda, retrasó a Ayoze y quitó a Manolo, mientras Pellegrini refrescaba el mediocampo con un inspirado Van der Vaart. Luego entró Dinei por Richi y se retrasó Alfaro a la zona de creación, mientras el equipo respondía en el terreno de juego a los mensajes que mandaba su entrenador. Insistir, una y otra vez. En realidad, el Tenerife siguió vivo hasta el 1-4, tocando y pisando el área, -con los cuatro de arriba y con el apoyo de Marc siempre incorporado para crear superioridad-, en busca de volver a entrar en el partido, pero no pudo encontrar los pasillos que buscaba frente a una defensa en la que un enorme Albiol representa la majestuosidad silenciosa. Añadida a todas las diferencias convencionales que hay entre estos dos equipos, la de los defensas centrales tuvo anoche más peso que otras muchas relacionadas con jugadores de gran fama. Los dos del Madrid fueron de lo mejor de su equipo y los dos del Tenerife son los más generosos de la Liga, como volvió a demostrar Luna en los dos goles finales.

Puede parecer lo contrario, porque el resultado suena a lo mismo del día del Barça, pero esta vez el Tenerife lo intentó y se despidió del partido regalando el quinto gol y con un tiro al larguero de Alfaro. O sea, tal como empezó...

Tenerife 1 :Sergio; Bertrán, Martínez, Ezequiel Luna, Pablo Sicilia; Ricardo, Richi; Juanlu, Alfaro, Ayoze; y Nino.

En el minuto 60, Omar entró por Manolo Martínez; en el 67, Dinei, por Richi y en el 81, Mikel Alonso suplió a Juanlu.

Real Madrid 5 : Iker Casillas (1); Sergio Ramos (1), Albiol (3), Garay (2), Marcelo (2); Lass (1), Xabi Alonso (3), Granero (1); Kaká (2), Cristiano Ronaldo (1) e Higuaín (3).

En el minuto 74, Van der Vaart (2) entró por Granero; en el 77 Raúl (1) sustituyó a Higuaín y en el 83, Diarrá (1) suplió a Xabi Alonso.

Goles:

0-1, min. 28: Higuaín, cruzado.

0-2, min. 41: Higuaín, de frente a pase de Garay.

1-2. min. 46: Ayoze, de cabeza. 1-3, min. 47: Kaka, por bajo.

1-4, min. 79: Cristiano Ronaldo, de penalty.

1-5, min. 91: Raúl, a pase de Van der Vaart.

Texto:VENTURA GONZÁLEZ, S/C Tfe.

Foto:marca.com

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