Otro partido menos

El Tenerife despejó dudas en Salamanca. Dudas que, aunque en silencio y en privado, habían empezado a surgir después de dos empates ante el Alicante y el Albacete. Era un partido de fútbol grande. De Segunda sí, pero grande, entre dos candidatos de verdad. Uno, el Tenerife, con más que otro, el Salamanca, pero ambos exponiendo sus mejores armas en una tarde mágica. Este calificativo, más allá de por lo sucedido en el terreno de juego, tiene que ver con la presencia en las gradas de El Helmántico de más de tres centenares de seguidores blanquiazules. Un grupo notable se desplazó desde la Isla, pero muchos residen en la Península y aprovecharon para ver ganar en directo a los suyos.

Como empujado por ese aliento, salió mandón el cuadro insular y se notó pronto. Juanlu colgó un balón desde la derecha que Richi cabeceó alto (1'). Otra prueba de esa intensidad en la salida la puso Alfaro, que aprovechó un error de Catalá para adentrarse en el área y disparar, eso sí demasiado cruzado (9'). Con dificultades para la salida de balón, la escuadra local se limitó a esperar su oportunidad para "rascar" algo. Llegó, sin que nadie lo esperara, en una falta frontal que sacó Salva Sevilla y culminó Miku (13'). El delantero húngaro-venezolano se sirvió de un increíble despiste de Luna para revolverse y pegarle abajo, sin que Luis García llegara.

Los de Oltra acusaron el golpe y estuvieron algo desordenados durante el tramo central de la primera mitad. Ansiosos, como precipitados. En una imagen que recordó por momentos al tramo final del choque de la pasada semana, le costaba al Tenerife encontrar el ritmo justo al encuentro. Eran los mejores momentos del cuadro charro, no por ocasiones ni juego, sino porque tenían la esperanza de sacar partido del cierto desorden adversario. No obstante, el paso de los minutos fue devolviendo la serenidad a la escuadra visitante, que avisó en otro córner botado por Juanlu, que Luna remató mal (29').

Y entonces llegó el milagro. Porque así hay que calificar que un árbitro, Amoedo Chas, se haya atrevido a pitar un penalty a favor de los insulares 28 jornadas después. Desde el primer partido, allá por el mes de agosto, hasta ayer. Con Nino como lanzador en ambos. Al almeriense lo había derribado Gañán, que estuvo protestando la acción hasta el descanso. El pichichi tinerfeñista se marchó a los 11 metros, disparó raso a la izquierda de Alberto y corrió a celebrar el empate (33').

Hasta el descanso, se equilibraron las cosas. Ricardo y Richi pusieron el motor a pleno rendimiento y ya no cedieron el control del centro del campo. Esto lo notaron sus compañeros. Los de arriba porque entraron más en juego y los del fondo, porque sufrieron menos en las segundas jugadas, verdadera preocupación hasta entonces para el banquillo canario. En el Salamanca, se notaba que la pérdida del botín había afectado a los salmantinos. Amaral tuvo cosas que recomponer al descanso y, sobre todo, pidió mayor intensidad a los suyos en la salida.

Claro, como a los tinerfeñistas les cuesta meterse en la reanudación, un desajuste defensivo permitió llegar a Isaac y Cohen con ventaja por la derecha, Clavero se resbaló y Miku perdonó el 2-1 (46'). Era indudable el cambio, sobre todo en la ambición de los charros, que volvieron a tener la oportunidad de adelantarse en una acción que acabó con un remate de cabeza al palo de Salva Sevilla (57'). Oltra retiró a Juanlu para dar entrada a Ángel, desplazando a Alfaro a la derecha. Con trabajo, mucho trabajo, y recuperando la pelota, el Tenerife volvió a poner las cosas en su sitio. Le bastó una aproximación peligrosa para hacer lo que su rival no había sido capaz en dos acciones casi inmejorables. Ricardo se deshizo de dos contrarios en el círculo central y metió en profundidad para Alfaro que, desde la derecha, metió un pase al primer palo, que Nino cabeceó a la red anticipándose a Catalá y Alberto (67').

La calidad decide, como recordó más tarde en rueda de prensa David Amaral. La de Alfaro, desacertado en la mediapunta y letal en el papel de asistente cuando jugaba fuera de sitio. Y la del segundo máximo goleador de la categoría, que fue más listo en el área que sus contrincantes. Las cosas se pusieron más de cara si cabe con la justa segunda amarilla que vio Bustos. Contra diez, sólo una casualidad o un error podían impedir la victoria insular.

El Salamanca se rindió pronto. Los cambios de su técnico no ayudaron. Metió delanteros para jugar más directo y renunció al centro del campo. Casi no tuvo el balón y así, tener ocasiones, es casi imposible. Lo más destacado fue una falta lanzada por Botelho, que Cohen cabeceó fuera (75').

Pero fueron los blanquiazules lo que dispusieron de ocasiones para sentenciar. Ángel controló mal un pase de gol de Alfaro (80'), Nino disparó fuera ante Alberto (89') y el mismo almeriense, en un mano a mano, tiró al cuerpo del guardameta (93'). Daba igual. Los puntos se los quedaba el que más lo mereció en un partido, eso sí, muy disputado.

UD Salamanca 1 :Alberto (1), Raúl Gañán (1), Rodri (1), Catalá (1), Botelho (1), Bustos (1), Jorge Alonso (0), Isaac (0), Cohen (1), Salva Sevilla (0) y Miku (2).

También jugaron: Paulo Sergio (1), que entró por Cohen (65'); Azkorra (0) por Alonso (71') y Postigo (sc) por Isaac (83').

CD Tenerife 2 :Luis García, Marc Bertrán, Manolo Martínez, Luna, Clavero, Ricardo, Richi, Juanlu, Alfaro, Kome y Nino.

Además, Ángel sustituyó a Juanlu (61'); Ayoze a Kome (74') y Mikel Alonso (sc) a Alfaro (87').

ÁrbitroJulio Amoedo Chas (3), gallego, asistido por Doval Taín y Mateo Montañés. Expulsó a Bustos (19' y 76') y amonestó a Ricardo (21'), Cohen (32'), Miku (35'), Kome (48'), Juanlu (59'), Catalá (81') y Botelho (86').

Goles1-0 (13'): Miku aprovecha un rechace en el área tras el saque de una falta.1-1 (33'): Nino, de penalty.1-2 (67'): Nino, de cabeza, a pase de Alfaro.